No hay cicatrices en el cielo, aunque nubes, estrellas, el sol y la luna parecieran cruzar por él velozmente. Así también dejen que miles de ideas crucen por su mente, y asegúrense que esta permanezca inalterada y serena. Logren afirmar su mente; de este modo tampoco se desviará su razón. Sin esa ecuanimidad o shanthi, no lograrán soukhyam (felicidad). El Santo Kabir no consiguió alimentos por tres días – más le agradeció a Dios por otorgarle la codiciada oportunidad de guardar un ayuno ritual. El gran devoto de Rama, el Santo Ramadas fue confinado en una prisión – y le agradeció a Dios por haber logrado un buen lugar en donde podía meditar en Él sin ser perturbado. Tal es la actitud de los piadosos, los que son los amados del Señor.
- Divine Discourse, May 23, 1965. |
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