El segundo es la unidad básica misma del Tiempo que medimos, en lo que designamos como un año. Sesenta segundos hacen un minuto, sesenta minutos hacen una hora, veinticuatro horas constituyen un día y treinta días hacen un mes; ¡doce meses pasan y decimos que ha pasado un año! Cuando se han acabado doce meses, volvemos de nuevo al primero de la lista, y lo llamamos el Día de Año Nuevo. Y nos salimos de nuestra rutina para celebrar la ocasión. La verdad sea dicha, nada nuevo ha sucedido el 'Día de Año Nuevo' – no es el año sino cada segundo que sigue al presente lo que es nuevo. Por ende, ¡no esperen para la celebración de algo nuevo en el Tiempo hasta que no se acumulen minutos, horas, días, meses y años! Celebren al segundo inmediatamente siguiente, y a cada uno después de él, con un honesto esfuerzo y logren una alegría duradera. No vacilen en su determinación por vivir con alegría y paz.
- Divine Discourse, Mar 23, 1966. |
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