Las dificultades, problemas y preocupaciones llegan en el curso natural de las cosas, como consecuencia de acciones pasadas. El nacimiento humano es resultado del Karma (acciones pasadas); no puede haber escapatoria a sus consecuencias. De tales acciones, tales reacciones. Si te pones frente a un espejo y saludas, tu saludo vuelve reflejado hacia ti. Si diriges al espejo palabras duras, la dureza retorna de la misma manera. Es evidente que los frutos de nuestras acciones están determinados por la naturaleza de nuestras acciones. El ser humano es una imagen de Dios. "Dios aparece en forma humana (Daivam maanusha rupena)", declaran las Escrituras. Dios no desciende como Avatar para aliviar los problemas y pesares de determinadas personas, y otorgarles alegría y felicidad. Dios toma forma humana de tiempo en tiempo, para demostrar a la humanidad cómo las vidas humanas pueden ser divinizadas. |
- Divine Discourse, 3 Sep 1988. |
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