"Cada lugar tiene sus vibraciones peculiares que afectan al ocupante.
Un conocido ladrón había construido un escondite en lo más remoto de una jungla; dos personas, un hombre y su esposa, atrapados por un terrible aguacero, se refugiaron allí; no fueron afectados mucho por las olas de cruel codicia que contaminaban la atmósfera de la cabaña.
Pero cuando, después de unos pocos minutos, un monje que caminaba por la selva entró a refugiarse de la lluvia, su inmaculado corazón muy rápidamente se ensombreció, la mente limpia rápidamente recibió la mancha.
El monje se encontró visualizando el asesinato de la pareja para robarles las joyas que llevaban para poder reconstruir su ermita y enseñar yoga a todo el mundo.
¡Se avergonzó tanto de sí mismo que salió corriendo bajo la lluvia para salvarse de la perdición!
Ésta es la razón de la insistencia en las buenas compañías, los compañeros bondadosos, para los aspirantes espirituales.
Los piadosos se volverán desinteresados, no egoístas. Son sus mejores amigos y amigos de los demás.
Cuando están en un satsanga (buenas compañías), sus oídos tienen un filtro: oirán sólo cosas que son benignas, nunca algo maligno. Como una nube cargada de lluvia, vienen entre los pobres y débiles para dar alegría y valor; como una rama cargada de frutas, se doblan para llegar al alcance de los hambrientos."
Sathya Sai Baba
(Prashanti Nilayam - Dásara; 20 X 69)
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