La devoción en estos días parece más una forma de pasar el tiempo que el camino real hacia la mansión eterna de la Divinidad. No necesitan mucho esfuerzo para hacer crecer la hierba. Pero para levantar una cosecha útil tienen que trabajar arduamente. Del mismo modo, no es un gran logro experimentar los placeres triviales y transitorios de la existencia mundana; es como hacer crecer la hierba. Deben esforzarse por cultivar la bienaventuranza nectarina y duradera del Amor Divino. Los que aspiran a tal amor no son fáciles de encontrar. Todos parecen devotos. Pero el que ha experimentado el Principio Divino no va tras los placeres sensuales. |
- My Dear Students, Vol 3, Ch 6, Jun 27, 1989. |
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