La sed de bienes mundanos nunca puede ser saciada; tratar de satisfacerla sólo la hace más aguda. La sed nunca puede aplacarse bebiendo agua salada, la cual es el mundo objetivo. El deseo humano es ilimitable, sin fin. Una vez que han sucumbido a él, les hace perseguir el espejismo en el desierto, les hace construir castillos en el aire, fomenta el descontento y la desesperación. Pero cultiven la sed (thrishna) de Krishna, y descubrirán la fresca fuente de bienaventuranza dentro de ustedes mismos. El nombre de Krishna les hace fuertes y firmes; es dulce y nutritivo. A quienquiera tenga la sed, Krishna se la saciará; a quienquera que Le llame en la agonía de esa sed, Krishna, la nube de lluvia, le responderá el llamado, y aparecerá.
- Divine Discourse, Aug 14, 1964. |
No hay comentarios :
Publicar un comentario