Todo lo que Yo puedo decirles acerca de las disciplinas espirituales ha sido dicho antes, muchas veces; la capacidad humana, su naturaleza y talentos, son posesiones antiguas, y por lo tanto el consejo sobre cómo usarlas es también antiguo. Lo único nuevo es la dirección en que esos talentos son malgastados, y la manera en que hacemos trampas a nuestra propia naturaleza. El ser humano es esencialmente un animal dotado de viveka (discernimiento). Es por eso que no nos conformamos con la satisfacción de las necesidades meramente animales. Sentimos cierto vacío, cierto profundo descontento y cierta sed no saciada, pues el ser humano es hijo de la inmortalidad, y por eso siente que la muerte no es, ni debe ser, el fin. Este viveka urge al ser humano a descubrir respuestas para los problemas que le acosan: "¿De dónde vine, adónde voy, cuál es el fin del viaje?" Para hallar respuestas a estas preguntas, hay que mantener al intelecto (buddhi) agudo y claro.
- Divine Discourse, Jul 25, 1958. |
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