Así como te ocupas regularmente de las necesidades del cuerpo, alimentándole tres veces por día para mantenerle en buen estado de funcionamiento, dedica también regularmente algún tiempo para mantener en buenas condiciones a tu conciencia interior. Dedica una hora por la mañana, otra por la noche y una tercera en las primeras horas del amanecer (el Brahma Muhurtha), a japam (contemplación) y meditación en el Señor. Hallarás que sobre ti desciende una gran paz, y nuevas fuentes de fuerza surgen dentro de ti, a medida que progresas en esta práctica espiritual (Sadhana). Después de algún tiempo, la mente residirá en el Nombre, dondequiera que te halles y cualquiera sea tu ocupación. La paz y la alegría se harán tus compañeras inseparables.
- Divine Discourse, Mar 25, 1958. |
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