Ofrezcan gratitud a Dios mediante el servicio
desinteresado – Resumen del Discurso Divino
del 31 de enero de 2016
Desde el amanecer o el atardecer, sus corazones continúan latiendo: esa es la base de toda su vida, de todas sus actividades. Todos ustedes están sentados aquí, su inhalación y exhalación no ocurren gracias a sus esfuerzos, sucede por la Voluntad de Dios. El alimento que comen es digerido por la Voluntad de Dios y les da nutrición: ustedes no hacen nada para digerirlo. Si analizan de una manera sutil, reconocerán que todas las cosas que suceden en el mundo son gracias a la Voluntad Divina y no como resultado de sus esfuerzos. Pero el hombre, utilizando todo aquello que es creado por Dios, se siente muy orgulloso y arrogante sobre este conocimiento.
Ofrecemos nuestra gratitud a todos los hombres y mujeres que nos ayudan pero no le ofrecemos gratitud a Dios que nos ha dado todo de manera gratuita. Dios nos da todo esto en abundancia – los cinco elementos y la luz del sol con tanto amor. Tenemos que pensar por un momento sobre cuán agradecidos deberíamos estar hacia Dios. ¿De qué manera podemos ofrecerle gratitud a Dios? La mejor manera de amar a Dios es amando a todos y sirviendo a todos. Los ríos fluyen sirviendo a otros; las vacas producen leche para ayudar a otros; los árboles dan frutos para ayudar a otros; de forma similar este cuerpo nos lo es dado para ayudar a otros. Dios nos dio este cuerpo no para decorarlo ni para hincharnos con orgullo y arrogancia. El cuerpo es la base de la actividad correcta.
El verdadero dharma del hombre – verdadero Manava Dharma – es ser bueno incluso con aquellos que nos odian y nos tratan con desprecio y envidia. Un río fluye. El río no hace diferencia entre uno y el otro: el río no diferencia si es un ave, una bestia, un animal o un hombre el que bebe agua del río. La vida del río es servicio en sí misma. El río sirve a todos con gran amor y finalmente se funde en el océano. Por eso si ustedes analizan de manera adecuada, en la Naturaleza podemos ver el principio de la divinidad. Dios no es nada más que amor, amor, amor. Él no calcula para dar y recibir. Él ama a todos y les da a todos lo que necesitan sin ningún sentido de diferenciación. También podemos ver el mismo principio en la Naturaleza. Ya que el hombre es un hijo de la Naturaleza, las cualidades de esta última deben impregnar sus acciones y pensamientos. Cuando la Naturaleza sirve a todos de manera desinteresada, entonces, ¿por qué el hombre no hace eso? Dondequiera que haya altruismo, habrá divinidad.
Todos estos voluntarios tienen grandes trabajos y grandes responsabilidades en ciudades como Bangalore, Hyderabad y Vizag; pero vienen aquí de manera desinteresada y hacen servicio. Muchos de nuestros egresados y egresadas vienen aquí de forma desinteresada y hacen servicio. ¿Por qué hacen esto? Es solo para ofrecer su gratitud a Swami. El hombre es un miembro de la sociedad. Él vive en sociedad, toma todo de la sociedad, lleva una vida feliz; al mismo tiempo, él también debe ofrecerle su gratitud a la sociedad. Pero lo más elevado que podemos hacer en nuestra vida es ofrecerle siempre nuestra gratitud a Swami.
No se trata de amar solo a las personas que nos aman; no se trata de servir solo a las personas que nos sirven; debemos amar y servir a todos. Debemos desarrollar amplitud de mente para pensar
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