MEDITACIÓN EN LA LUZ Y EN EL SOHAM

APÓYENSE SIEMPRE EN UN NOMBRE DE DIOS

En todo caso, ya sea el de un renombrado erudito con un conocimiento experto de los niveles más profundos de la tradición religiosa o de un monarca que se solace en el brillo del lujo palaciego o de un héroe de muchas batallas o de una miserable víctima de la pobreza – si uno no sintiera devoción por el Señor, uno no merecerá el homenaje, el honor ni la atención.

El Cuerpo es Perecedero

El cuerpo físico, los sentidos, la mente, el intelecto – todos estos han de ser considerados como las vestimentas que usamos. Se nos aconseja controlar nuestros sentidos, mas esto se puede hacer únicamente cuando se analiza y se conoce su verdadera naturaleza. 

Cuando ella no se conoce, se presentan variados obstáculos.
El cuerpo es conocido como Deha, lo cual significa "aquello que es consumido por el fuego". 

Es incinerado sobre la pira cuando la vida se ha ido y es consumido por las llamas del deseo mientras la vida persista. ¡Arde sobre la pira de la angustia y el temor aún estando vivo! 

Hay también otra palabra, Sareera, que significa "aquello que se desgasta", que también alude al cuerpo. Mientras vive, es afligido por necesidades y deseos que le roban la paz. 

Cuando está muerto, se convierte en polvo. Iniciando su trayecto como una bola de carne, pronto aparece como un tierno y encantador bebé y un activo niño; se transforma en un erguido, fuerte y atractivo joven y se reduce más tarde a la patética figura de un anciano. 

De modo que se le llama Sareera (cuerpo); y la persona que vive en él es conocida como Sareeri (residente en el cuerpo).

El cuerpo es una casa que un hombre toma en arriendo. Sabemos como persigue al arrendatario el dueño de la casa cuando quiere que la desocupe, cuando no ha pagado la renta o cuando el pago es demorado o cuando el arrendatario no se preocupa por mantenerla y la deteriora por negligencia o por simple capricho. Por ello es nuestro deber el mantener el cuerpo en buena forma y evitar el enojo de su dueño. El dueño ciertamente que apreciará a un arrendatario considerado, amable y cooperador. El arrendatario podrá ganarse el amor y el respeto del dueño a través de su propia bondad, sinceridad y seriedad.

La Meditación en la Luz

En lo que concierne a la técnica del Dhyana (meditación), los diferentes maestros e instructores dan diferentes tipos de consejo. Más Yo les indicaré ahora la técnica más universal y más efectiva. Este es el primerísimo paso en la disciplina espiritual. Para ello, comiencen por dejarse diariamente algunos minutos y, más adelante, vayan alargando el tiempo en la medida en que vayan sintiendo la dicha que les produce. Elijan de preferencia las horas antes del amanecer. 

Esto, porque el cuerpo se ha repuesto después de dormir y aún no les habrán impactado los trajines del día.

Tengan frente a ustedes una lámpara o una vela con una llama recta y quieta. 

Siéntense en Padmasana (postura del loto) o en cualquier otra postura cómoda, frente a la vela. Miren fijamente la luz por algún tiempo y, cerrando los ojos, traten de sentir la llama dentro de sí mismos, en el entrecejo.

Permitan ahora que baje deslizándose hasta el Loto de su corazón, iluminando el camino. 

Cuando entre al corazón, imaginen que los pétalos del loto se van abriendo uno por uno, envolviendo cada pensamiento, sentimiento y emoción con luz, eliminando así la oscuridad en ellos. 

No dejando espacio alguno para que pueda ocultarse. La luz de la llama se va haciendo más amplia y más luminosa. Permitan que vaya inundando todos sus miembros. Ninguno de ellos podrá involucrarse ya en actividades oscuras, dudosas o pérfidas: se habrán convertido en instrumentos de luz y de amor. A medida que, luego, la luz alcance hasta la lengua, se desvanecerá de ella la falsedad. 

Permitan que suba ahora hasta los ojos y oídos y destruya todo deseo oscuro que pueda contaminarlos y conducirles a ustedes hacia vistas perversas y conversaciones pueriles.

Permitan que su cabeza se recargue de luz y que todos los malos pensamientos huyan de ella. 

Imaginen que la luz está brillando cada vez más intensamente dentro de ustedes. 

Permitan ahora que brille en torno a ustedes y que se expanda desde ustedes, en círculos cada vez más amplios, abarcando a sus seres queridos, sus parientes, sus amistades y compañeros, sus enemigos y rivales, a extraños, a todos los seres vivos, al mundo entero.

Puesto que la luz estará iluminando sus sentidos cada día, de manera profunda y sistemática, llegará el momento en que ya no querrán ver escenas oscuras ni malvadas, ni gustar de historias oscuras y siniestras, ni apetecer alimentos o bebidas viles, dañinos ni tóxicos, manipular objetos denigrantes, acercarse a sitios de mala fama ni lesionar o tramar males en contra de nadie, en ningún momento. Manténganse en la dicha de mirar la Luz por todas partes. Si estuvieran adorando a Dios en cualquier forma ahora, intenten visualizar esa forma en esta Luz omni-invasiva. 

Porque la Luz es Dios y Dios es la Luz.

Practiquen regularmente esta meditación cada día como lo he aconsejado. 

En otros momentos, repitan el Nombre de Dios (cualquiera de Sus Nombres fragante con todas Sus majestades), cuidando siempre de mantenerse conscientes de Su poder, misericordia y magnificencia.

No se desanimen si no les fuera posible concentrarse por largo rato desde un comienzo. 

Cuando aprenden a montar una bicicleta, no aprenden de inmediato el arte de mantener el equilibrio. 

Llevan la bicicleta a un lugar despejado y suben e intentan mantenerse sobre ella cuando se inclinan ya sea a uno o el otro lado. Incluso se caen durante muchos intentos, antes de ser capaces de pedalear con habilidad y no preocuparse más del equilibrio. 

Entonces ya se ajustan automáticamente a él. Después de lograr la habilidad, pueden circular por cualquier lugar, aunque sea una calleja estrecha, sin tener que preocuparse por encontrar un espacio abierto. Incluso pueden conducir en lugares llenos de gentes. 

Así también, la práctica les equipará con la concentración que les sustentará en los entornos más densos y las situaciones más difíciles. 

Por lo tanto, no se levanten con prisa ni comiencen a moverse reanudando sus actividades. 

Vayan relajando sus miembros lenta, deliberada y gradualmente, 

antes de reiniciar sus deberes habituales.

La Meditación en el Soham

Resuelvan en este santo Sivarathri el viasualizar al Shiva que representa el poder interno de todos. 

Con cada respiración, están declarando "Soham" (Yo soy Aquello). No solamente ustedes, sino que cada ser lo declara. Es un hecho que han ignorado por tanto tiempo. Créanlo ahora. 

Cuando observan su respiración y meditan en esa gran verdad, se irán unificando gradualmente el "Yo" y el "Aquello" y el Soham se transformará en Om, el sonido primordial (Pranava) que los Vedas proclaman como el símbolo del Nirakara Parabrahman (la Suprema Realidad Sin Forma). Ese Om es el Swaswarupa (vuestro propio estado natural) – la realidad tras toda esta relativa irrealidad.

Este es el genuino Sadhana, el trecho final en el progreso del buscador. 

Mas hay muchos trechos preliminares, cada uno de los cuales requiere de mucho vigor y constancia. Por ejemplo, Yo les aconsejaría el apoyarse siempre en un Nombre de Dios, una personificación de Sus innumerables atributos de gloria. 

Entonces habrá expansión en vuestro amor y se eliminará el odio y la envidia desde vuestra composición mental. Vean al Dios al que adoran en cada otra persona, tan intensamente como Le ven en sí mismos. Entonces se convertirán en personificaciones de amor, paz y alegría.

Traduccion Herta Pfeifer