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jueves, 14 de enero de 2016

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Mensaje de la Pizarra de Prasanthi Nilayam del día 15 de enero de 2016

Posted: 14 Jan 2016 05:42 PM PST

Chinna Katha Volumen I Historias y Parábolas Bhagavan Sri Sathya Sai Baba LA GRACIA DEL GURU CONCEDE GLORIA ETERNA

Posted: 14 Jan 2016 05:37 AM PST



Chinna Katha
Volumen I
Historias Parábolas
Bhagavan Sri Sathya Sai Baba

LA GRACIA DEL GURU CONCEDE GLORIA ETERNA 

Shankara, el gran acharya (maestro espiritual) tenía cuatro discípulos principales: Throtaka, Hastamalaka, Sureswara y Padmapada. De ellos, este último estaba empeñado solamente en el servicio a su gurú, de tal modo que no ponía atención a las lecciones. Los otros discípulos solían burlarse de él a causa de su retraso en el estudio. Sin embargo, su profunda reverencia por su gurú lo compensaba de aquellas burlas. Un día, Padmapada lavó las ropas de su maestro y las puso a secar sobre una roca en medio del río, pero justo cuando iba a recogerlas, el río creció con una turbulenta corriente y el muchacho encontró un precario refugio en la punta de la roca. Pero se estaba haciendo tarde y el gurú necesitaba pronto la ropa lavada, por lo que Padmapada se decidió a cruzar sobre las enfurecidas aguas. Sabía que las bendiciones de su gurú lo salvarían. Empezó a caminar, y en cada sitio en que ponía sus pies brotaba un fragante loto que lo sostenía en sus pétalos. Es por esto que llegó a ser conocido como Padmapada, "el de pies de loto". La gracia del gurú le dio la habilidad de dominar todo el conocimiento y brillar como un luminoso exponente de la antigua sabiduría.

Swami enseña ... PARTE II LA MENTE HUMANA, EL SÍ MISMO, LA FÍSICA CUÁNTICA, DIOS Y LA EDUCACIÓN

Posted: 14 Jan 2016 05:17 AM PST



Swami enseña ...  PARTE II
LA MENTE HUMANA, EL SÍ MISMO,
LA FÍSICA CUÁNTICA, DIOS Y LA EDUCACIÓN

                Los hombres son humanos sólo en cuanto a su forma y son divinos en espíritu.  Debemos darnos cuenta que nacemos para experimentar nuestra divinidad innata y no meramente para disfrutar de placeres mundanos.  Para experimentar nuestra divinidad innata, hemos de tomar la senda de la espiritualidad.  Dios no espera que uno Le adore.  Espera que uno lleve una vida ideal y con propósito. 
                Un bebé se convierte en una niña, luego en una mujer y más tarde en una abuela.  La forma cambia, pero el espíritu se mantiene invariable.  Por ende, tengan la firme convicción que son Dios.  Profundicen su fe en las enseñanzas de los Mahavakyas – enseñanzas que son fundamentales como la sabiduría Védica.
                En el Gita, se hace referencia al cuerpo como 'kshethram', vale decir un lugar santo en el que está instalado Dios.  Este cuerpo-kshethram es tanto Dharmakshethram como Kurukshethram, morada de la virtud y de la actividad.  Dios en el Kshethram es el Kshethrajna (el Divino conocedor), el Shivam (eternamente bueno), sin el cual el cuerpo no sería sino shavam (cadáver).  Por eso, manténganse siempre conscientes del Dios que es vuestro 'yo' real, y busquen la solaz, el apoyo y la guía Suyas a través de la oración.

                De acuerdo a los Vedas, el Viswa (Universo) está hecho de cinco elementos, los cuales participan de la interminable vibración / movimiento de los quanta de energía tanto en el micro como en el macrocosmos, según la física cuántica.  Es así que, como los cinco elementos forman parte del humano como principios vitales, también el humano forma parte del Universo.  No podría haber vida en ausencia de tan sólo uno de estos elementos.  Por ejemplo, en lo concerniente a la Tierra, el aire está presente en y en torno a ustedes aunque no puedan verlo ni sujetarlo – mas no pueden negar su existencia, porque no podrían sobrevivir sin él.  Está presente como respiración en ustedes y, mientras respiren estarán vivos.  
                Y el aliento es la forma misma de Easwara (Dios) – y así experimentamos que Dios reside en el humano también como su respiración y sustenta su vida.
                Todas las formas que se Le atribuyen a Dios son creaciones propias de la imaginación humana.  Se retrata a Dios como teniendo cuatro manos que sostienen Shanka, Chakra, Gada y Padma (la caracola, el disco, la maza y el loto).  Si realmente naciera así, la gente lo pondría en una exhibición.  ¿Cuál es el significado interno de estas cuatro insignias?  Shanka representa al sonido, Chakra denota la rueda del tiempo, Gada simboliza el poder y el Loto representa al corazón.  Ellos están solamente para hacerles entender que Dios es el Señor del sonido, del tiempo, del poder y del corazón.
Tridalam Trigunakaram Trinetramcha Triyayudham;
Trijanma Papa Samharam Eka Bilvam Sivarpanam.
(Ofrenden la hoja de 'bilva' trifoliada al Señor Shiva, el Señor de tres ojos que blande el tridente en Su mano,
para que destruya los pecados de tres nacimientos)

                Según los Vedas, el cuerpo humano también es llamado Viswa, universo.  El Veda dice : Sahasra Seersha Purusha, Saharaksha Sahasra Pad (con mil cabezas, miles de pies y miles de ojos, la Divinidad lo trasmina todo).  Aunque ello significa que todas las cabezas, las manos, los pies y los ojos son Suyos.
                Construimos templos para consagrar ídolos y adorarlos.  ¿De dónde proviene el ídolo?  Es de nuestra propia creación.  Le ofrecen adoración a los ídolos de hechura humana, mas no están preparados para adorar al Dios en el hombre.   Consideren el Atmaviswasa (fe en el Sí Mismo) como su aliento vital mismo.  La fe en los ídolos es temporal.  Cuando van a Tirupathi, le rinden culto a Dios es la forma del Señor Venkateswara.  Le alaban, diciendo, "Señor Venkateswara es nuestra deidad familiar".  Cuando viajan a Brindavan, adoran a Dios en la forma del Señor Krishna.  En Ayodhya Le adoran en la forma del Señor Rama.  Según el lugar y las circunstancias, Le han atribuido diferentes nombres y formas a Dios.  No obstante, en realidad, el Señor Venkateswara, Krishna, Rama, Sai Baba, son todos el mismo y uno solo.  Otro ejemplo, Tomen un ídolo de Dakshinamurthi.  Esta forma es pura imaginación, no realidad.  Llámenle por cualquier nombre y Él responderá.
                ¿Cómo puede uno visualizar a Dios quien es la forma misma del Universo?
                El Mantra Gayatri comienza con las sílabas Bhur, Bhuvah, Suvaha.  Bhur representa materialización, una combinación de materias.  Bhuvah representa vibración, se relaciona con la mente.  Suvaha representa radiación, es conocimiento supremo.   Por esta vía el Atma se refleja y actúa en las condiciones de la realidad del Maya, en donde todo existe como ilusión, como patrones holográficos (según la física cuántica), aspectos de Dios, el Absoluto.
                El Atma, como residente interno, no tiene apego alguno y es el testigo eterno.  ¿Podría decir alguien 'Mi Atma está muerto'?  Con el paso del tiempo perece el cuerpo físico, mas el Atma es eterno.  Uno puede ver el reflejo del Sol en un pozo, en un estanque de agua, en un río y también en el océano.  Sin agua no puede haber reflejos.  Cada ser humano puede ser comparado con una corriente en la cual se ve el reflejo del mismo Atma.
                Para describir la manifestación de la divinidad latente se usa el término Prabhava. (Sucede que este es también el nombre del primer año en el calendario indio – el humano es la personificación y el amo del tiempo.)
                No tenemos límites, no tenemos fronteras, no tenemos puntos de existencia específicos, todos ellos son ilusiones creadas por el ego y los cinco sentidos físicos y por el hecho que la mayor parte de la gente está por completo enfocada en el mundo físico, al que continúan viendo y considerando como realidad.   Cada uno es un aspecto integral de la misma Conciencia Cósmica, vasta, omnipresente, interminable, atemporal, inespacial, más poderosa de lo que la mayor parte de la gente podría tal vez realizar o tener la capacidad para comprender siquiera.
                Reiteremos que todo en este mundo es una ilusión, nada es permanente.  Sólo el Atma es verdadera y real.  Uno debe seguir adelante con el trayecto de su vida y cumplir sus deberes teniendo en vista al eterno principio átmico.
                Sin  drishti (vista) uno no puede ver el srishti (creación), mas todos estos órganos son meros instrumentos.   La base fundamental para todos es el Principio Ätmico.  Es el Bhrama (engaño) el responsable de nuestras desdichas.  Mientras uno esté sumido en el Bhrama no podrá alcanzar a Brahma (el creador en la trinidad de Brahma, Vishnu - el Preservador, y Shiva - el Destructor).  El término Brahma también significa vastedad y es similar el significado de los términos de Vishnu y Shiva.
                De modo que Dios simboliza la vastedad y la amplitud mental – mas le parece restringido y circunscrito a los de mentalidad estrecha.  Según piensen, será lo que lleguen a ser.   Dios está lleno de amplísimos sentimientos.  A nadie le es dable comprender la Voluntad de Dios.   Tomen a Parartha (Divinidad) como principio fundamental.  No apoyen su fe sólo en el mundo físico.  No obstante, deben desempeñar bien su papel en este escenario de la vida – y, en ese sentido, pueden mantener 'in mente' al mundo.
                Con miras a entender esta realidad, el humano ha de controlar la mente.  De ahí que se diga, 'manejen a la mente y sean su director magistral'.  No se transformen en sus esclavos.
                Hay muchos sentimientos negativos en la vida que provienen del hecho de concentrarse en cosas ajenas a nuestra influencia directa.  Es nuestra mente con los sentidos la que está navegando incansablemente en busca de diferentes informaciones.  Mientras nos centremos en estas cosas  será inevitable que nos sintamos frustrados.  Hay una sola cosa sobre la que debiéramos tener total control y eso es nosotros mismos, nuestra actitud frente a las situaciones y qué hacer al respecto.
                "Señor, dame el coraje para cambiar las cosas que pueden y deben  ser cambiadas; la serenidad para aceptar las que no pueden cambiarse, y la sabiduría para reconocer la diferencia", es un conocido dicho de los cristianos.
                Siendo que están todo el tiempo en la compañía de Dios, ¿por qué habrían de dar pie a las preocupaciones?  Entendiendo que Dios no es algo separado de uno mismo, hay que emprenderlo todo como algo sagrado.  Lleven a cabo actividades sagradas y háganse merecedores de un buen nombre.  Aunque no resulte fácil de practicar – siempre hay algo de interés personal en todo lo que emprenda el humano.  El interés personal también es necesario, mas siempre que se le contenga dentro de ciertos límites.
                   
Hastasya Bhushanam Danam,
Sathyam Katasya Bhushanam,
Sritrasya Bhushanam Sastram
(La caridad es el real adorno para la mano,
la Verdad es el real adorno para el cuello
y el prestarle oído a los Sastras
es el verdadero adorno para las orejas.)
                Estos son los ornamentos que a Dios Le gustaría que llevaran.
                Uno puede alcanzar la divinidad cuando tiene una fe inconmovible.  Ante todo, uno debiera tener confianza en Sí mismo – la confianza en uno mismo, la autosatisfacción, el autosacrificio son esenciales para la autorrealización.    Si se pierde la confianza en uno mismo se habrá perdido todo.  Sólo a través de ella puede uno lograr la visión del resplandor divino latente.
                Sigan a la conciencia – la conciencia es el Atma, el Sí Mismo, tengan plena fe en el Atma.  Si confiaran en el cuerpo, la mente o los sentidos, con certeza tendrán problemas.  (No obstante, no cabe duda que habrán de usar el cuerpo y la mente como instrumentos para cumplir con sus deberes, por el tiempo que vivan en este mundo).
                Aman a su madre, porque tienen fe en que es su madre.  El marido ama a su mujer, porque tiene fe en ella.
En donde haya fe, habrá amor;
En donde haya amor, habrá paz;
En donde haya paz, habrá verdad;
En donde haya verdad, habrá dicha;
En donde haya dicha, estará Dios.

¡Oh Dios!  Te ofrezco el corazón que Tu me has dado.
¿Qué otra cosa podría ofrecer a Tus Pies de Loto?
Acepta, por favor, mi reverencia.
                                                                                                                             (Poema Telegu)

                Los Upanishads dicen que la vida humana es preciosísima.  Su valor no puede ser estimado ni comparado con nada.   No se desvaloricen incurriendo en actos egoístas.   El humano egoísta contamina la sociedad.  El hombre tiene un nombre sagrado manishi.  Cuando se lee al revés, dice shinima (cinema).  El humano de hoy se ha convertido en un manishi de cinema, lo cual significa que está llevando una vida artificial.

                Todos hablan sobre la necesidad de unidad en el mundo.  La real integración en la unidad deberá comenzar por el individuo y la familia.  Desde el hogar, esta unidad deberá esparcirse a la aldea, a la ciudad al país y al mundo.  Esta integración debiera convertirse en parte esencial de nuestro ser.   Deberá convertirse en un modo de vida y ser atesorado como un valor importante.  Es vital el percibir la unidad que le subyace a la aparente diversidad.
Los cuerpos son muchos, mas la Vida es una.
Los seres son muchos, mas la Dicha es una.
Las Religiones son muchas, mas la Verdad es una.
                Esta es la clase de unidad que ha de ser experimentada en lo profundo de nuestro corazón.

                Es un hecho muy poderoso el que la amplia mayoría de las gentes en el mundo de hoy, no está llegando a alcanzar la plenitud de su potencial, su felicidad, su ingresos, su salud y sus anhelos debido a una absoluta carencia de entendimiento respecto a la manera en que opera el Universo en su modo inmutable, perfecto y lleno de amor.

                               Namaste    -    Reet

(La lista de los textos de la compilación de Reet se incluye al final de la Prte III)


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Traducción de Herta Pfeifer
Santiago, noviembre de 2006
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Gentileza de:
COMUNIDAD SAI BABA AVATAR

ADHYATMA UPANISHAD ... Este Upanishad es un encuentro directo con lo espiritual. No contiene siddhants -doctrinas. Solamente contiene la experiencia de los siddhas, de aquellos que han alcanzado su plenitud... [...] Por esto digo que en este Upanishad no se hallamos el placer del que da consejo o guía; más bien, hay un gran dolor porque lo que el sabio de este Upanishad está dando, lo da tras haberlo conocido; comparte algo muy íntimo, interno.

Posted: 14 Jan 2016 04:48 AM PST



ADHYATMA UPANISHAD

  ...  Este Upanishad es un encuentro directo con lo espiritual. No contiene siddhants -doctrinas. Solamente contiene la experiencia de los siddhas, de aquellos que han alcanzado su plenitud... [...] Por esto digo que en este Upanishad no se hallamos el placer del que da consejo o guía; más bien, hay un gran dolor porque lo que el sabio de este Upanishad está dando, lo da tras haberlo conocido; comparte algo muy íntimo, interno. 
(Osho: Finger Pointing to the Moon)

INVOCACIÓN

AUM,
¡Que el Sol nos dé su bendición!
¡Que Varuna, dios del agua, nos dé su bendición!
¡Que Aryama, Indra, Brihaspati y Vishnu,
nos den su bendición!

Mis respetos a Brahma, la Realidad Absoluta.
¡Oh Vayu, dios del aire, te presento mis respetos especialmente a ti
porque tú eres Brahma manifestado!
Debería llamarte solamente "el Brahma manifiesto";
debería llamarte también satyam -la Verdad-; debería llamarte también rit- la ley.


¡Que ellos me protejan!
¡Que protejan al que habla!
¡Que me protejan a mí!
¡Que protejan al que habla!
AUM
Paz, paz, paz

***

En la cavidad del corazón,
situado dentro del cuerpo,
vive un no-nacido eterno.

La tierra es su cuerpo; mora dentro de la tierra pero la tierra no le conoce.
El agua es su cuerpo; mora dentro del agua pero el agua no le conoce.
La luz es su cuerpo; mora dentro de la luz pero la luz no le conoce.
El aire es su cuerpo; mora dentro del aire pero el aire no le conoce.
El cielo es su cuerpo; mora dentro del cielo pero el cielo no le conoce.
La mente es su cuerpo; mora dentro de la mente pero la mente no le conoce.
El intelecto es su cuerpo; mora dentro del intelecto pero el intelecto no le conoce.
El ego es su cuerpo; mora dentro del ego pero el ego no le conoce.
La mente que razona es su cuerpo; mora dentro de la mente que razona pero la mente que razona no le conoce.
Lo inmanifestado es su cuerpo; mora dentro de lo inmanifestado pero lo inmanifestado no le conoce.
Lo indestructible es su cuerpo; mora dentro de lo indestructible pero lo indestructible no le conoce.
La muerte es su cuerpo; mora dentro de la muerte pero la muerte no le conoce.

Es el  yo más interior de todos esos elementos,
no tiene pecados,
y es el único y divino Dios Narayana,
el sustentador de todos los seres humanos.

El cuerpo, los sentidos... etc... carecen de alma
y la sensación de ser yo su poseedor respecto a ellos,
es adhyas -ilusión.
Por eso, una persona inteligente debería desembarazarse de dicha ilusión 
mediante su fidelidad a Brahma, 
la Realidad Absoluta.

Conociéndose a sí mismo como sakshi pratyagatma,
-la interior alma presenciadora del propio intelecto y de todas sus manifestaciones-
y asumiendo el ánimo de que "Yo soy Eso",
deja de reclamar -como "mío"-  la posesión de todas las cosas.

Habiendo dejado de seguir la sociedad,
deja de seguir también al cuerpo.
Habiendo dejado de seguir la escrituras,
abandona también la ilusión del alma.

Arraigándose en su propia alma
y utilizando diversas técnicas, 
mediante el escuchar y la propia experiencia,
el yogui llega a conocerse a sí mismo como el alma de todo 
y su mente es aniquilada.

Sin conceder ninguna oportunidad al sueño, 
ni a las charlas sociales, ni a los objetos de los sentidos 
-sonidos, formas, sabores, olores, o sensaciones táctiles-,
y sin olvidarse nunca del alma,
contempla el alma en tu interior.

Este cuerpo está constituido por las excreciones de tu padre y de tu madre
y se encuentra repleto de secreciones y carne.
por eso, alejándote de él como de un chandal -el intocable más bajo- 
y convirtiéndote en Brahma -la Absoluta Realidad-
siéntete realizado.
¡Oh buscador de la Verdad!
Al conocer la unidad del alma con el alma suprema, 
análogamente a la unidad del ghatakash -el cielo dentro de un bote-
y del mahakash -el cielo sin un  bote-,
sin dividirte,
permanece siempre en paz.

Convirtiéndote en el auto-iluminado, auto-generado, 
sustentador de todas las cosas y del alma humana,
Brahman,
la Absoluta Realidad,
deshazte de tu sensación corporal y también de la sensación del cuerpo universal
como si fueran contenedores de excreta.
Convirtiendo el sentido de ego que ha controlado
el cuerpo, 
en el Yo eternamente consciente y dichoso,
abandona el cuerpo burdo y sé tan sólo tu solitaria alma inmortal.
¡Oh, inocente! 
De la misma manera que un ciudadano puede verse
reflejado en un espejo,
Yo soy 
Brahma,
la Absoluta Realidad,
en la cual se ve el reflejo de este mundo.
sabiendo esto, ¡oh sin pecado!
siéntete pleno.

Solamente una persona
libre de las ataduras del ego
alcanza su auténtica naturaleza.
Por lo tanto, volviéndote inmaculadamente claro
como la luna llena,
uno se vuelve auto-luminoso y alcanza la dicha eterna.

Al cesar el sentido de "hacer", desaparecen todas las ansiedades.
Al cesar toda ansiedad, cesan todos los deseos.
La desaparición de todo deseo es la emancipación,
y a eso se le llama "jivanmukti",
la liberación mientras en vida.

Contemplándolo todo, en cualquier dirección, 
como Brahma,
la Absoluta Realidad,
al madurar ese sentimiento, todo deseo cesa.
Nunca seas negligente en tu fidelidad a Brahma,
la Absoluta Realidad,
porque ésa es la única muerte.
Así lo dicen aquellos que se hallan firmemente establecidos en Brahma.

El alga cuando es apartada,
no pierde un sólo instante en cubrir el agua de nuevo.
De la misma manera,
si un sabio se aparta de su fidelidad a Brahma, 
aunque sea por sólo un instante,
la ilusión le cubre de inmediato.

Aquél que ha alcanzado en vida la unidad con Brahma,
la Absoluta Realidad,
seguirá así incluso después de haber dejado el cuerpo.
por lo tanto, ¡oh inocente!,
 habiendo despertado,
vacíate de toda elección en la dualidad.

Cuando uno contempla el alma no-dual
mediante el nirvikalpa samadhi,
-el despertar sin elección-
ése es el momento en que el nudo de la ignorancia
residente en el corazón
se disuelve por completo.

Consolidando la ausencia de ego, 
abandonando toda sensación de "yo", etc... 
existe siendo indiferente a ellos
como con las vasijas y ropas, etc...
Todos los títulos 
-desde Brahma, el dios creador, hasta la piedra-
son falsos.
por lo tanto, afincado solamente en el alma,
contempla tu propia alma en todo.

Yo soy Brahma, el creador.
Yo soy Vishnu, el sustentador.
Yo soy Shiva, el destructor.
Yo soy Indra, el señor de todos los dioses.
Yo soy el universo y lo soy todo.
No hay nada más que Yo.

El espejismo de los objetos sobre la propia alma,
es una superimposición.
Al abandonarla,
uno es uno mismo: el perfecto, no-dual e inmóvil 
Brahma,
la Absoluta Realidad.

El mundo que aparece como distinto del alma,
es casi falso.
¿Dónde se encuentra la división en una entidad pura, sin forma y sin órganos?
El alma consciente es libre
de la nociones de veedor, visión y visto, etc...
Es inmune a ello y es totalmente pleno como el océano 
en la época del Diluvio.

De la misma manera que la oscuridad se disuelve con la luz,
la causa de toda ilusión se disuelve en la Absoluta Realidad sin parangón
y sin órgano alguno.
¿Dónde se encuentra entonces la división?

La Realidad Suprema es única;
¿cómo puede contener división alguna?
El estado de sushupti 
-el sueño profundo, sin sueños-
es  dichoso.
¿Quién ha visto en él división alguna?

La raíz de esta división es la mente.
Si no hay mente, no hay división.
Por lo tanto, 
concentra tu mente en la consciencia universal
la cual es tu propio interior.

sabiendo que tú eres el alma perpetuamente dichosa, regocíjate siempre en esa dicha,
dentro y fuera de propia alma.

El fruto del desapego es el conocimiento;
el fruto del conocimiento, es la relajación.
La paz que desciende al experimentar
la propia dicha
es el fruto mismo de la relajación.
Si cada uno de los anteriormente mencionados
no llegan sucediendo al anterior, 
has de saber que el anterior no ha fructificado.
La abstención de los objetos sensorios 
es en sí mismo,
el contento supremo y la dicha incomparable.

Aquél que posee el atributo de ser la personificación de maya -la ilusión-,
aquél que es el origen del universo,
aquél que posee las características de omniscencia, etc.. 
y es la encarnación de lo indirecto, de la multiplicidad y de la verdad, etc
es conocido con la palabra "tat" - "Eso"

Aquél que parece sostener el "yo" como experiencia
y como palabra, 
y aquél que es experienciado como separado de la consciencia,
es conocido con la palabra "tvam" - "Tú"

Existen dos atributos: maya -ilusión- para el alma universal;
y avidya -ignorancia- para el alma encarnada.
Al abandonarlos a ambos, lo que resta es lo perpetuamente cierto, 
el consciente y dichoso ParaBrahma,
la Realidad Suprema y Última.

De esta manera, 
mediante frases como "Tat tvamasi" -Eso eres tú-
indagar en  significados tales como "la unidad de jiva -el alma encarnada- y Brahma, la Absoluta Realidad",
es sravana - la escucha.
E indagar, de manera razonable, en el significado
de todo lo escuchado, es manam -la contemplación.

Al establecer tu mente 
en el indubitable significado alcanzado mediante esa escucha y contemplación,
y sintonizar con ello, es nididhyasan -la asimilación.

Dejando de lado al meditador y a la meditación respectivamente,
cuando aquello sobre lo que se medita, la meta, 
permanece como único objetivo y la mente 
se aquieta como la llama de una lámpara en una habitación sin brisa alguna,
eso se llama samadhi -la Iluminación.

Durante el samadhi,
los objetos de la experiencia no se encuentran separados del alma,
de ahí que no sean experimentados.
Pero esas gloriosas experiencias del buscador que ha salido del samadhi,
son inferidas mediante los recuerdos de la mente.

En este mundo sin principio,
se acumulan millones y millones de karmas -acciones-impresiones.
Todos ellos son destruidos por este samadhi
y el puro dharma -la propia naturaleza de uno- emerge.

Los que conocen el yoga lo llaman Dharmamegha samadhi
-la nube del dharma- 
porque precipita, como una nube, mil y una corrientes del néctar del dharma.
En este samadhi,
la red de deseos se disuelve por completo
mientras que los matojos de karmas acumulados llamados "virtud y pecado" son arrancados de raíz.

Al  principio,
esta frase ilimitada: Tat tvamasi- Eso eres tú-, siendo cierta, 
es sólo realizada de forma indirecta.
Luego,
el conocimiento directo -como un fruto de myrobalan mantenido sobre la propia mano-
nace.

 Cuando no surge ningún deseo hacia los objetos dignos de ser disfrutados, 
reconoce esto como el desapego último.
Cuando ningún sentimiento de "yo" surge,
reconócelo como el conocimiento último.
Cuando los deseos ya disueltos no surgen de nuevo,
eso es la relajación última,
y un buscador así -un sthitpragya-,
estable en su sabiduría, permanece siempre en la dicha.

Aquél cuyo Yo se halla absorto siempre en Brahma, la Realidad Suprema,
permanece sin deseos e inmóvil.
Cuando, purificadas por su unidad con Brahma y sumergidas en este único arrebatamiento,
 las actividades de la mente no eligen y permanecen solamente como consciencia,
entonces eso es denominado pragya -sabiduría.
Aquél que siempre posee esa pragya es llamado jivanmukta, el que se ha liberado en vida.

Aquél que no tiene sentimiento de "yo" referido a su cuerpo y a sus sentidos,
ni sentido de "yo" para cualquier otra cosa,
es un jivanmukta,
el liberado en vida.

Aquél que no conoce diferencia alguna a través del intelecto, entre jiva -el alma encarnada- y Brahman , o entre Brahma y la naturaleza, la creación, es llamado jivanmukta,
el liberado en vida.

Respetado por los buenos 
o insultado por los perversos,
aquél que permanece siempre ecuánime
es llamado jivanmukta.

Para aquél que ha conocido la esencia de brahma,
este mundo ha dejado de ser igual que antes.
Si no fuera así, no ha conocido aún el estado de ser de Brahma
y es aún un extrovertido.

Mientras se experimente felicidad, etc...
eso se denomina prarabdha -acumulacion de acciones e impresiones pasadas- 
porque los frutos surgen siempre de las acciones del pasado.
No hay fruto si no hay acción.
De la misma manera que la actividad soñadora cesa al despertar,
de forma análoga, 
las acciones pasadas acumuladas durante miles de millones de eones
se disuelven instantáneamente cuando uno descubre "Yo soy Brahma".

Conociéndose a sí mismo 
como desapegado e indiferente igual que el cielo,
el yogui no se apega en absoluto a ninguna acción futura.
De la misma manera que el cielo presente en una botella conteniendo licor
no resulta afectado por el olor del licor,
el alma permanece inalterada ante cualquier suceso 
a pesar de estar presente en todos ellos.

Al igual que una flecha  lanzada no puede detenerse antes de dar en el objetivo,
la acciones realizadas antes de la Iluminación
no dejarán de dar frutos después de que uno se ilumine.
Una flecha disparada al considerar a un animal, un tigre,
no puede detenerse a medio camino si descubrimos después que el animal era una vaca.
La flecha dará en el blanco con toda su fuerza.
Análogamente las acciones ya realizadas dan fruto incluso después de que la Iluminación suceda.

El que comprende su propia inmortalidad y eterna juventud
permanece uno con el alma
y no guarda relación alguna con los frutos de sus pasadas acciones.

El karma -las acciones del pasado-
fructifica solamente cuando tenemos la sensación de pertenencia respecto a nuestro cuerpo.
No es deseable tener nunca el sentimiento de que "este es mi cuerpo".
De esta manera, abandonando el sentimiento de posesión de un cuerpo
uno se deshace de los frutos de las acciones pasadas.

Esta falacia -este es mi cuerpo- es la causa
que genera en la imaginación la idea de las acciones pasadas.
¿Cómo puede ser verdad 
algo que es impuesto o imaginado sobre una falacia?

¿De dónde puede surgir algo, si eso, en primer lugar, no es real?
¿Cómo puede destruirse aquello que nunca ha nacido?
¿Cómo puede lo irreal poseer acciones pasadas?

La sensación de propiedad del cuerpo
es el resultado de nuestra ignorancia
y resulta destruida por completo con la Iluminación.
¡Cómo entonces subsiste el cuerpo?
Para satisfacer esta duda del ignorante,
las escrituras atribuyen -exteriormente- 
la perviviencia del cuerpo a las pasadas acciones.

No es para explicárselo a los que saben, 
sino para satisfacer al ignorante,
que las escrituras dicen: "El cuerpo...etc.. es una realidad",
y también que existe el karma acumulado, las acciones del pasado.

Realmente no existe nada más que el Uno y no-dual Brahma,
el cual es perfecto, sin principio ni final,
inconmensurable, inalterable,
morada de la dicha, morada de la consciencia,
morada de la verdad,
eterno, indestructible, omnipresente, uniforme,
total, infinito, multidireccional,
imposible de ser perdido o hallado,
sin sostén alguno, independiente,
sin atributos,
inmóvil, sutil, sin elección, inmaculado, indefinible,
trascendiendo mente y habla,
verdaderamente rico,
auto-evidente, puro, consciente 
y distinto a todo lo conocido.

Así, sabiendo por propia experiencia que el alma es indivisible, 
sé bendito y mora  en gozo perpetuo en el alma inalterable.

Escuchando estas enseñanzas del maestro,
el discípulo alcanza la Iluminación y empieza a decir:
"Ahora mismo veía el mundo. ¿Adónde se ha ido?
¿Quién se lo ha llevado? 
¿En qué se ha disuelto?
 ¡Qué gran sorpresa! ¿Acaso no existe?
En este gran océano de Brahma, lleno del néctar de infinita dicha,
¿a qué he de renunciar ahora y que me he de llevar?
¿Qué hay ahora de distinto y qué hay ahora de extraordinario?
No veo nada, no oigo nada,
no sé nada, 
porque siempre me encuentro en mi dichosa alma y soy mi propia naturaleza.
Estoy libre, sin cuerpo, sin género;
soy dios mismo;
soy el silencio absoluto;
soy infinito; lo soy todo; soy el más anciano; no soy el que "hace", ni soy el que sufre;
soy inextinguible e inalterable,
soy la morada del puro conocimiento;
estoy solo y soy la bondad eterna.

****

Esta sabiduría fue entregada por el maestro Apantanaram; Apantanaram se la entregó a Brahma; Brahma se la pasó a Ghorangiras; Ghorangiras se la entregó a Raikva; Raikva se la entregó a Rama; 
y Rama se la entregó a todos los seres vivientes.
Este es el mensaje del nirvana, la enseñanza y disciplina de los Vedas.
Así termina este Upanishad.



DISCURSO VIII LLEGAN A DIOS SOLO A TRAVÉS DEL AMOR - Durante Agosto y Septiembre de 1984, Sri Sathya Sai Baba dictó treinta y cuatro (34) discursos sobre el Bhagavad Gita en lengua telegú, dirigidos a los estudiantes presenten en Su Ash­ram de Prasanthi Nilayarn, en el Sur de la India. En estas charlas se concentró en dos capítulos del Gita, el capítulo doce (12) que enfatiza la senda de la devoción y el capítulo segundo (2°) que enfatiza las sendas de la Sabiduría y de la Acción. Cada uno de estos discursos se entrelaza con los demás y, no obstan­te, cada uno es completo en sí mismo. El lector puede comenzar la lectura por cualquiera de ellos y, viviendo sus enseñan­zas, podrá disfrutar de la dulzura de una conciencia espiritual acrecentada que inundará su vida.

Posted: 14 Jan 2016 04:25 AM PST



OM SRI SAI RAM

Durante Agosto y Septiembre de 1984, Sri Sathya Sai Baba dictó treinta y cuatro (34) discursos sobre el Bhagavad Gita en lengua telegú, dirigidos a los estudiantes presenten en Su Ash­ram de Prasanthi Nilayam, en el Sur de la India. En estas charlas se concentró en dos capítulos del Gita, el capítulo doce (12) que enfatiza la senda de la devoción y el capítulo segundo (2°) que enfatiza las sendas de la Sabiduría y de la Acción. Cada uno de estos discursos se entrelaza con los demás y, no obstan­te, cada uno es completo en sí mismo. El lector puede comenzar la lectura por cualquiera de ellos, y viviendo sus enseñan­zas, podrá disfrutar de la dulzura de una conciencia espiritual acrecentada que inundará su vida.

BHAGAVAN SRI SATHYASAI BABA 

T1REINTA y CUATRO DISCURS0S SOBRE DOS CAPÍT1ULOS DEL BHAGAVAD GITA

  
TRADUCCIÓN DE HERTA PFEIFER 
SANTIAGO, JUNIO DE 1986




DISCURSO VIII 



LLEGAN A DIOS SOLO A TRAVÉS DEL AMOR 


Gita Acharya ha dicho : "A todo aquel que Me recuerde amorosamente y Me alabe, lo llevaré conmigo y le otorgaré el Buddhi Yoga, el Yoga de la Inteligencia.

Esta es Mi promesa.!

El Buddhi Yoga se refiere a aquella facultad de la discriminación que es ca paz de distinguir el Atma del Anatma, el Yo del No-Yo, lo que es permanente de lo que es transitorio y cambiante. Esta facultad discriminatoria llega a adquirirla únicamente la gente que ha desarrollado la devoción sagrada y que está llena de amor por el Señor. También para alcanzar la Sabiduría, el camino principal lo represen­ta la devoción; en verdad, esta es la única senda hacia el más alto conocimiento espiritual. El Señor ha proclamado en el capitulo doce del Gita, que : "Aquel que es devoto Mío, Me es caro". ¿Qué es la devoción? Ella es el permanente fluir de1 amor hacia el Señor. Cuando el amor fluye hacia cosas pasajeras, no es devoción, no es sino una forma de apego. Más cuando fluye hacia la entidad permanente, se transforma en devoción. La devoción se inicia con una actitud en la que uno siente que es el servidor de Dios, Daasoham, y va progresando hacia el principio según el cual uno se identifica directamente con el Señor, lo que constituye la etapa del So­-ham, 'Yo soy El, Yo y el Señor somos Uno.'



En la práctica, la devoción puede asumir dos formas principales. Una, re­presenta el tipo de devoción que se refiere a ciertas actividades de culto y a rituales que llevan a cabo los devotos, como el adorar al Señor con dieciséis tipos de ofrendas, el visitar diferentes lugares importantes de peregrinación, el bañarse en los ríos sagrados y otros por el estilo. Todos estos son ejemplos del tipo de devoción común. El Gita Acharya, sin embargo, no acepta esto como la única senda de la devoción. Hay aún una forma superior de devoción que podría denominarse en realidad 'la verdadera devoción', la que se asocia con el desarrollar un carácter inmaculado y con el estar constantemente inmerso en un amor total por el Señor. Ello es el Parabhakti, la devoción trascendental. Y es así que debemos distinguir entre Bhakti, la devoción común y Parabhakti, la devoción trascendental o suprema.

La devoción común hace uso de cosas y artículos del mundo fenoménico para el culto al Señor, como flores y hojas, por ejemplo. ¿De dónde provienen estas co­sas? ¿Han creado ustedes estas flores? ¿Han sido ustedes capaces de fabricarlas? No. Todas han sido creadas por el Señor, son Su Creación. ¿Dónde está, entonces, el sacrificio, si le ofrecen al Señor cosas que El mismo ha creado? El Gita ha mostrado que el tomar las cosas creadas por el Señor y el ofrecérselas a El mismo, no puede sino ser considerado como una forma muy común de devoción. Mas el ofrecerle al Señor la sagrada flor del corazón, que no guarda relación con el mundo, y ofrecerla con amorosa adoración al Señor que está sentado en vuestro corazón, ello constituye el Parabhakti, la más elevada devoción. Esta es la devoción a la que deben aspirar.

En este contexto necesitamos inquirir también en la diferencia que existe entre Jnanam, conocimiento, y Dhyanam, meditación. Sin la meditación no es posible adquirir conocimiento verdadero. Sin embargo, al mismo tiempo, sin habernos dado cuenta primero de la existencia del conocimiento superior, tampoco podemos entrar en verdad a la etapa de la meditación. Y en una situación así, ¿cómo podemos comenzar? En la concepción popular de la palabra, 'meditación' significa concentrarse en algún objeto y, a través de ese objeto, alcanzar la fase final. Mas este no es
el enfoque correcto de la meditación. Hablando etimológicamente, la palabra Twayichinthayam explica el origen de Dhyanam o meditación. Twayichinthayam se refiere al meditar en Dios Mismo, lo que también podría llamarse devoción. De modo que me­ditación y devoción son realmente lo mismo; ambas implican el proceso de concentrar­se en el Señor y de pensar solamente en El. Sin este tipo de meditación o de devoción resultará imposible llegar a alcanzar alguna vez el ilimitado esplendor del Se­ñor.

Anhelamos obtener los frutos, y los frutos son ciertamente importantes, pe­ro no podremos tener frutos si antes no tenemos la flor. Primero brota 1a flor y luego viene el fruto. De manera similar, la devoción podría compararse con la flor.


Sin desarrollar primero nuestra devoción y permitirle que florezca, será imposible que adquiramos el fruto del conocimiento espiritual o sabiduría. En la etapa de la flor, el devoto ha de considerarse a si mismo como Daasoham : 'soy tu servidor, oh Señor ...1 De ahí ha de seguir hacia la etapa del Soham : 'Yo soy El, Yo soy Brahman, Yo soy Aquello'. Este fue el camino por el que el gran sabio Vidyaranya comenzó su Sadhana, teniendo como punto de partida el Daasoham, 'yo soy el servidor del Señor'. Gradualmente, al ir pasando el tiempo, su Sadhana progresó de Daasoham al Soham, 'yo soy El, yo soy el Señor Mismo!' Una vez, cuando vudyaranya discutía sobre el Sadhana con sus discípulos, estos le preguntaron "Swami, nos has enseñado a decir siempre 'yo soy el servidor del Señor, Daasoham, Daasoham', pero ahora tu repites únicamente 'Soham, Soham, yo soy Aquello' y 'Shivoham, yo soy Shiva, yo soy el Señor'. ¿Cuál es la razón para este cambio? ¿Se trata de una etapa diferente de devoción?" El Guru replic6: "Queridos hijos. Toda mi vida repetía orando 'Daaso­ham, oh Señor yo soy tu servidor, soy tu servidor', mas un buen día, Chittachora, el ladrón de corazones, vino y se robó el 'Daa'
¡Ven! Entró en mi corazón y se llevó consigo el 'Daa' de Daasoham, dejándome sólo el Soham. Más adelante vino a mí en un sueño y me dijo : 'Para empezar, tuviste que comenzar tu Sadhana con el Daaso­ ham; pero a medida que has progresado, fuiste acercándote cada vez más a Mí. Ahora has llegado a ser muy querido y muy cercano a Mí, de modo que puedes utilizar el So­ ham. Simplemente, repite constantemente el Soham, porque tu y Yo hemos llegado a ser Uno ahora." 

Otro ejemplo de este Sadhana es el caso de dos devotos de Ramakrishna Para­mahamsa. Uno era un Grishasta, un devoto que llevaba una vida familiar, y el otro era un Sanyasin. Nagamahaasaya era el devoto con familia, y Vivekananda era e1 Sanyasin. Nagamahaasaya practicaba siempre el principio de Daasoham. Cualquier devoto que comience desde la etapa del Daasoham, verá que su egoísmo desaparece rápidamente. En tanto se mantenga el egoísmo, ninguna persona podrá aspirar al sagrado conocimiento del Atma. Incluso para Arjuna. Aunque Krishna estuvo como su amigo a su lado y lo estimuló durante toda su vida, no fue sino hasta que Arjuna arrojara su arco el Ghandiva, renunciara a su Ahamkara, su egoísmo, y se entregara por completo al Señor, diciendo 'Ordena, oh Señor, que haré todo lo que Tu digas', que Krishna le entregó el Gita y le enseñó la más elevada Sabiduría. Mientras quede alguna traza de egoísmo, uno no puede alcanzar el nivel del Atma ni puede realizar al Paramatma Svarupa, la Realidad Suprema. Una vez que se ha obtenido la Gracia del Señor, se hace imposible seguir guardando egoísmo, porque ¿cómo podrían coexistir la luz y la obscuridad en un mismo lugar y al mismo tiempo? Ello es imposible.

Fue así que Nagamahaasaya comenzó desde el humilde inicio que se asocia con el 'Daasoham, Daasoham, yo soy Su servidor, yo soy Su servidor'. Por otra parte, Vivekananda expandió grandemente su mente por medio de la constante repetición de 'Shivoham, Shivoham, yo soy Shiva, yo soy Aquello.' Vidyaranya Swami ha dicho que Nagamahaasaya y Vivekananda adoptaron sendas diferentes para sobreponerse al poder de la ilusión, debido a las circunstancias de sus vidas y experiencias. Nagamahaasaya, el jefe de familia, siguió la senda de Daasoham, se fue empequeñeciendo y empequeñeciendo, hasta que se hizo tan diminuto que se liberó por completo de las garra del tigre de Maya que lo había cogido. De esta manera, se liberó perdiendo su ego.

En el caso de Vivekananda, los grilletes del Maya que lo atenazaban se rompieron, luego que se expandiera tan enormemente con su 'Shivoham, Shivoham, yo soy Shiva, yo soy Shiva.'

Cualquier persona que desarrolle dentro de sí la sagrada y excelsa idea de 'Yo soy Dios, Yo soy Dios', no será importunada por ninguna cosa, nada podrá interponerse en su camino. Es obvio que de nada vale el simplemente enunciar esto en palabras, ellas deben provenir de la experiencia real. Uno debería llegar a sobrepa­sar la conciencia corporal y mantener bajo un control firme a los sentidos. Luego, al identificarse uno de manera continua con el Señor, podrá, con el tiempo, adquirir la Sabiduría Suprema. O, como hemos visto, también puede seguír la senda del Daa­soham, mediante la cual remueve el egoísmo de su corazón, con lo que podrá llenarse de bienaventuranza.

Existen tres caminos sucesivos en el trayecto hacia la realización de Dios. Ellos son Dvaita, dualismo, Vishishtanvaita, no-dualismo calificado, y Advaita, no- dualismo. Inicialmente, el devoto declara 'yo soy un devoto del Señor'. Aquí nos encontramos con dos entidades, una es Dios y la otra es el devoto. Respecto a Dios se cree que está lejos en algún lugar, en tanto que la actitud y el enfoque del devoto es tratar de encontrarle, de aproximarse a El y de llegar a estar muy cerca
de El. Esto representa la etapa del Dvaita. El devoto va progresando paulatinamente por esta senda, hasta que, a su debido tiempo, llega a encontrarse cara a cara con Dios; entonces le dirá : 'Señor, soy tu devoto. En esta segunda etapa, separa frente al Señor y declara que es Su devoto. Mas en la tercera etapa, la del Advaita, puede declarar : 'Yo soy Tu y Tu eres yo mismo. Ambos somos Uno'.

De modo que comenzamos nuestro trayecto en la etapa del dualismo y termina­mos, finalmente, en la etapa del no-dualismo. Emprendemos nuestro Sadhana con el tipo más común de devoción, rindiéndole culto al Señor con forma y atributos, haciendo uso de rituales y formas exteriorizadas de culto. Empero, a menos que empecemos con los aspectos Saakara y Saguna de Dios, vale decir con forma y atributos, jamás podremos llegar a realizar el Niraakara y el Nirguna, el aspecto Absoluto y Sin For­ma de la Divinidad. Es por ello que, inicialmente, nos desarrol1amos espiritualmente haciéndonos servidores del Señor. Y entonces, eventualmente, podremos llegar identificarnos completamente con El.

Piensen, por un instante, en un círculo muy grande y que, a su lado y sepa­rado de él, hay otro círculo, uno mucho más pequeño. Podemos imaginar que el círculo grande es Dios y que el pequeño es el Jiva, el alma individual. Aquí el Jiva es algo separado y diferente de Dios : ello es Dvaita, dualismo. Si corremos el círculo pequeño como para sobreponerlo al mayor, tenemos Vishishtadvaita, no-dualismo calificado; ahora el Jiva es parte de la Divinidad, existe en Dios. ¿y qué signi­ficaría entonces que el Jiva llegue a fusionarse por completo con el Señor? El pe­queño círculo debe ampliarse y hacerse cada vez más grande hasta que se haya expandído plenamente al tamaño del círculo mayor. Llegado a ese punto, ambos círculos resultan indistinguibles el uno del otro : Jiva y Deva son Uno, el hombre se ha fundido en Dios. Esto es Advaita, el no-dualismo pleno.
En la senda de la devoción, es el Prapatti, la rendición absoluta, lo que hace que el Jiva Tattva se expanda y se fusione en el Deva Tattva, el principio de Dios. Será únicamente cuando reconozcamos y entendamos este principio de la Divinidad que le es inherente al hombre, que nos abandonarán nuestras flaquezas y que desarrollaremos la amplitud mental que culmine en la fusión en el Señor. ¿Como podemos lograr este entendimiento de nuestra naturaleza divina? ¿Cómo podemos reconocer la Divinidad dentro de nosotros? Solamente a través de una práctica constante a través del Abhyasa, llegaremos a esa realización. Para llegar a adquirir hasta la más mínima habilidad en el mundo, debemos dedicarnos a una práctica constante con el objeto de perfeccionarnos. Ya sea para leer o para escribir, para aprender a caminar o a comer ... todo esto requiere más que nada de la práctica. Si comenzamos nuestra práctica en la etapa inicial, podremos, eventualmente, llegar a la final. Y en este caso, el último paso significará la adquisición del conocimiento supremo que nos hará libres.

Existen dos tipos de conocimiento. Uno se refiere a lo espiritual y el o­tro al del mundo físico. El inquirir en las diversas propiedades de un objeto re­presenta el conocimiento común asociado con el mundo. Más el entender los principios internos y el significado de cada objeto que exista o haya existido en el mundo representa al conocimiento espiritual, el lo es lo que podríamos denominar sabiduría. Sin esta sabiduría, sin este entendimiento espiritual como base, no nos es posible lograr un verdadero conocimiento del mundo. De modo que, incluso para llegar al conocimiento del mundo requeriremos del conocimiento espiritual. 

Y bien, sin este cuerpo no es posible realizar actividad alguna. Para to­dos los tipos de trabajo y para todas las actividades se necesita del cuerpo, él constituye la base de toda práctica. El cuerpo debe usarse con el propósito de al­canzar nuestra meta y para llevar a cabo aquellas actividades que sean de utilidad para otros. Para que los niños presentes puedan entender fácilmente estos concep­tos, imaginemos por un momento que hemos ido a un picnic a un bosque y que hemos llevado todos los articulas necesarios para cocinar y preparar nuestro alimento. Antes de comenzar los preparativos, reunimos tres piedras y las arreglamos como para darle una base a las vasijas para cocinar. Luego ponemos algo de agua en las vasi­jas y luego agregamos el arroz. Debajo de la vasija, entre las piedras, encendemos un fuego. ¿Cuál es el propósito del fuego debajo de la vasija? Con su calor coceremos el arroz que hay en ella. Si no tenemos la vasija y tuviéramos que poner el arroz directamente en el fuego, no obtendremos la comida que deseamos. El calor del fuego se transmite a la vasija, de ella al agua y del agua actúa sobre el a­rroz. De este modo se cocerá el arroz y podremos gustar nuestra comida.

En este bosque de la vida buscamos la felicidad, la que puede ser comparada con la comida que estábamos preparando. Las tres piedras representan las cualidades de Satva, Rajas y Tamas. Nuestro cuerpo puede ser considerado como la vasija. Nuestros sentimientos y deseos son el agua y nuestros anhelos y aspiraciones espiri­tuales, el arroz. El fuego que hemos encendido entre las tres piedras es el Sadha­na purificador que se usa para adquirir la sabiduría. Este fuego purificador debe serle aplicado al cuerpo, y a través del cuerpo, a los sentimientos y deseos; a su vez, estos serán cocinados y transmutados en el más alto anhelo espiritual que, finalmente, desembocará en el producto cocinado, el alimento espiritual, el Atmajnana, que ha sido nuestra aspiración. No nos es posible llegar a esta sabiduría espiritual de manera directa, en el corazón, sin pasar primero por este proceso del cocido. A través del cuerpo y de nuestros buenos sentimientos debemos calcinar los deseos, transformarlos en anhelos espirituales que son los que conducen a la realización del más elevado conocimiento.

La aplicación correcta de la práctica de la meditación es el gradual, lento y seguro control de todos nuestros deseos. Mediante el control de nuestros órganos sensoriales y de nuestros deseos, se hace posible llevar a cabo todas nuestras acti­vidades de manera natural y espontánea, sin esperar cosechar los frutos de nuestro trabajo. En la actualidad, resulta imposible realizar un trabajo sin frutos; cada vez que emprendemos alguna actividad, la seguirá necesariamente alguna consecuencia
o fruto. Se ha dicho 'Mapoleshu y no Napaleshu' lo que significa, no pienses en ello como 'no frutos', sino como 'no interés en los frutos'. Siempre habrá fru­tos, pero no trabajamos para obtenerlos, consideramos que es nuestro deber el trabajar. Mientras cumplimos con nuestro deber, se producirán incidentalmente algunos deseos y también algunos resultados, en otras palabras, algunos frutos. Nada de malo hay en ello. Simplemente, seguimos cumpliendo con nuestro deber. El Gita no
ha enseñado que las acciones carecerán de frutos. Mas hay gente que, por no haber comprendido correctamente el sentido de desechar los frutos de la acción, ha procedído a renunciar a la acción misma. No obstante es necesario seguir emprendiendo acciones. Hasta que se haya cocido el alimento, se requiere del fuego. Hasta que no hayamos entendido el secreto interior del Trabajo y el del renunciar a los frutos de este, deberemos continuar sumidos en actividades y en el cumplimiento de nuestros deberes.

Ya sea respecto del trabajo, del sacrificio de los frutos del trabajo o del adquirir sabiduría, la base y raíz de todo es el amor. Un carácter noble y un com­portamiento correcto denuncian la verdad interior de una persona, y esta verdad se basa en el amor. La verdad, la paz, la rectitud y la no violencia - Sathya, Shanti, Dharma y Ahimsa- no existen por separado. Todas dependen esencialmente del amor. Cuando el amor penetra en nuestros pensamientos, se convierte en verdad .. Cuando el amor se manifiesta en forma de acción, se convierte en rectitud o justicia, Dharma. Cuando nuestros sentimientos se saturan de amor, ello se manifiesta automáticamente como paz. El significado mismo de la palabra paz, es amor. Cuando llenamos nuestro entendimiento de amor, se convierte en Ahimsa. El practicar el amor es Dharma, el pensar en el amor es Sathya, el sentir el amor es Shanti y el comprender plenamente el amor es Ahimsa. Respecto de todos estos valores, es el amor el que fluye como corriente subterránea, uniéndolos. En el Buddhi Yoga que ha si­do enseñado en el capitulo del Bhakti Yoga, se dice : 'Haz uso de este amor para al­canzarme. Y, para hacer uso de este amor, debes llenarte de amor tu mismo, y de ese modo desarrollarás la cercanía a Mí.'


Queridos devotos, vuestras manos son muy pequeñas, más con esas diminutas manos Me están sirviendo a Mí. Vuestros ojos son pequeños y Mi creación es muy vasta, más con vuestros pequeños ojos están tratando de ver todo este vasto universo. Vuestros oídos son pequeños, más con esos pequeños oídos escuchan Mis palabras y Mis sonidos. Vuestros pequeños pies recorren el camino hasta Mi presencia. Sin embargo, el sólo llegar hasta Mi presencia no responde plenamente a vuestro propósito. El meramente servirme con vuestra; dos pequeñas manos no alcanzará para mucho. El meramente mirar a Mi vasto mundo con vuestros dos pequeños ojos, no servirá de mucho. Y el meramente escuchar Mis Divinas palabras con vuestros pequeños oídos no les lle­vará muy lejos. Mas hay algo que pueden hacer que puede producir un gran impacto, que puede producir un efecto verdaderamente significativo, ello es que Me instalen permanentemente en vuestro corazón. Una vez que Me hayan llevado hasta vuestro corazón, todas las demás actividades dejarán de ser importantes.  

Y bien, sean cuales fueren las actividades que hayan emprendido como culto, usando vuestras ojos, oídos, manos y pies, ellas habrán servido únicamente para con­trolar la mente. Mas cuando inviten al Señor a entrar en vuestro corazón, se hará fácil el control de la mente y de los sentidos. Tanto la mente como los sentidos se calmarán por si mismos. No se requerirá de esfuerzos especiales para el Karma - phalathyaga, para sacrificar el fruto de la acción. Una vez que comiencen a pensar en Mi y a centrar sus pensamientos sólo en Mi, Yo me haré cargo, automáticamente, de todo lo demás. Para llegar a este estado, deben tomar una firme determinación. Si no llegan a tener una fe inconmovible y plena, les será imposible alcanzar la di­cha que se deriva de esto.

Dios es siempre pleno y completo, y para alcanzar a un Señor tan pleno deben tener una fe plena. Si El es pleno y completo y ustedes no lo son, no se puede desarrollar la fuerza ligadora que los mantenga unidos a El. Para alcanzar ese amor pleno y completo que es el Señor, también tienen que tener un corazón pleno, lleno de fe y lleno de amor. En cambio, si están llenos de dudas, estarían traicionando a este puro principio del amor y vuestras dudas mancharían al Señor mismo, que es omnisciente, omnipotente y omnipresente y que sabe de cada pensamiento vuestro. Todo pensamiento que tengan, llénenlo con El. Piensen en El, con un corazón plenamen te saturado de amor y de fe, y, entonces, ciertamente Lo alcanzarán. En el Gita, - El ha dicho que llegarán a serle caros cuando lo adoren plenamente, con todo el corazón. Y ello significa el verle en todas partes y en todo. El Gtta proclama: 

"Adveshta Sarva Bhutanam" , No odies a nadie y a nada en la Creación, porque El está en cada nombre y cada forma. 

"La persona que ha llegado a dominar todos 1
os tipos de educación con este sentimiento de amor impregnando todo su ser, Me es muy querido". Todas las cualidades nobles se encuentran en plenitud en el hombre, sin embargo, no hacemos esfuerzo alguno para llegar a ser conscientes de ellas. Ocupamos todo nuestro tiempo solamente­ en actividades seculares. No obstante, debemos emprender aquellas actividades que nos ayuden a alcanzar nuestra meta. Cualquiera sea el culto que llevemos a cabo exteriormente, también tendremos que realizarlo interiormente. Así se logrará la unidad entre lo interior y lo exterior y llegaremos a experimentar la armonía y la plenitud. Una vez que comprendamos esto, nuestra vida será santificada. 

En el Bhakti Yoga, el Yoga de la Devoción, se ha enseñado que el amor es la base de todo; él es, aisladamente, la más importante de las cualidades que han de ser desarrolladas. Todos nuestros pensamientos deberán llegar a estar inmersos en esta cualidad del amor, ya que así se establecerá, naturalmente, la verdad en nuestro corazón. Todos nuestros actos han de estar saturados de amor, ya que así se manifestará, naturalmente, el Dharma en todas nuestras empresas. Todos nuestros sentimientos han de estar empapados de amor, ya que así hemos de gozar de inmensa paz.

Todo nuestro entendimiento ha de estar lleno de amor, ya que así no podremos odiar ni lastimar a nadie ni a nada. De modo que el amor es la base misma de la paz men­tal. El amor es la cuna misma de la Verdad. El amor es el cimiento mismo del Dharma y el Ahimsa. Y es por ello, que Swami repite a menudo que 'El Amor es Dios y Dios es Amor'.

La esencia de las enseñanzas del Bhakti Yoga consiste en desarrollar y practicar este amor; al practicar el amor, nuestra mente se expandirá y, de este modo, llegará a desarrollar plenamente toda la grandeza que nos es inherente.



OM TAT SAT

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