Practica desde ahora la renunciación, para que puedas iniciar el viaje cuando llegue el llamado. Nadie sabe cuándo vendrá el llamado, y no tiene sentido llorar en ese momento, recordando las propiedades que acumulaste, la fama que amasaste o los títulos que ganaste. El águila es acosada por los cuervos cuando lleva un pescado en el pico. Los cuervos pasan rasantes junto al águila para robar el pescado de su boca. Persiguen al ave dondequiera que se pose para descansar. Al fin, el águila abandona el apego al pescado y lo suelta del pico; los cuervos vuelan tras el pescado y dejan en paz al cuervo. Así también, cuando tú abandones los placeres sensoriales, los cuervos del orgullo, la envidia, la maldad y el odio volarán lejos y te dejarán en paz.
- Divine Discourse, Oct 10, 1964. |
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