23 de Noviembre de 1982
QUIZÁ USTEDES están pensando en el regalo que van a ofrecerme el día de mi cumpleaños. Sólo sentirán que me han dado el apropiado cuando amen a su prójimo, compartan su sufrimiento y se dediquen fructíferamente a servirlo. Ése es el único regalo que deseo. El presente que se dé a Dios deberá ser amor puro, continuo y desinteresado.
En este festival de mi cumpleaños tengo sólo un deseo, que tiene como único fin fomentar la felicidad (ananda) de ustedes. Desde ahora están planeando los festejos de mi sexagésimo cumpleaños, pero aún antes de esa fecha deben adoptar por lo menos seis mil aldeas para mejorarlas y convertirlas en aldeas ideales.
La gente adinerada y con poder tiene demasiados sirvientes; pero el desamparado, el pobre y el que sufre no tienen quien los sirva. Vayan con tales personas, sean sus amigos y su familia, deséenles lo mejor. Permítanles recibirlos en esa forma.
Si hablan de espiritualidad a los que están torturados por el hambre, ella no será asimilada. Primero apacigüen su hambre; denles a Dios en forma de alimento, vestido o medicina. A los afligidos ofrézcanles a Dios en forma de paz y en la mitigación del temor, el dolor y el sufrimiento. Sólo después de hacer esto la espiritualidad podrá florecer en el corazón. Si no actúan en esta forma, en vez de sentimientos espirituales estarán fomentando el ateísmo.
Por tanto, las unidades de nuestra organización tienen que impulsar y mejorar la educación, los servicios médicos y los sistemas de comunicación en esas seis mil aldeas. Existen aldeas donde la gente lucha hasta por el agua.
El gobierno solo no puede satisfacer todas estas necesidades; se apoya en la gente y puede trabajar sólo cuando ésta coopera activamente. Ustedes deben impulsar el desarrollo de la sociedad por medio de su propia fuerza, sin depender del gobierno. Esto es verdadero sadhana, servicio auténtico. Esfuércense por volverse encarnaciones de amor, ansiosos de obtener la divina gracia del amor y listos para ofrecer todas sus facultades y destrezas al Señor de todos. El amor de Dios los premia cuando se dedican a practicar repetición del Nombre, abstinencias, ofrendas o sacrificios. ¿A qué logro mayor que recibir el Amor Divino de Dios puede aspirarse?
Sin embargo, deben entender bien la naturaleza y el significado de este amor. Ahora están experimentando y compartiendo este amor según el nivel de su conciencia del Principio. Esto es un error, una interpretación literal. El principio de amor no tiene mancha o traza de ego, es totalmente libre de apegos egoístas. Lo que Sai piensa, dice o hace es siempre para el bien de ustedes, no para el bien de Sai. Mi único deseo es para su felicidad, por su felicidad. De otro modo, no tengo felicidad aparte de la suya. Podrán inferir: "Swami está haciendo esto o aquello". Pero no es por mi bien, es por el de ustedes. En mí, créanlo o no, no gasto ni una rupia; lo que hago, lo hago únicamente para la sociedad. En cincuenta y siete años nunca he gastado una rupia para obtener una túnica; me visto con lo que me da un estudiante llamado Radhakrishna, del "Reino de Sathya Sai". El pensamiento "debo tener esto o aquello" nunca ha surgido ni surgirá en mí. Mis pensamientos sólo son para fomentar la paz y el bienestar del mundo y el progreso y la transformación de los jóvenes, quienes conducirán a otros a lo largo del camino. Deben dedicarse en forma entusiasta al servicio hacia la gente de todo el mundo, reconociendo así que el principio Sai está libre de egoísmo.
A partir del mes entrante viajaré por toda la India bendiciendo a aquéllos que no pueden venir aquí, ya por falta de fuerza, ya por carencia de medios para hacerlo. Deseo darles la oportunidad y brindarles alegría.
Un punto importante es que en vez de preparar programas para Swami en las ciudades, deben hacerlo en las aldeas. Quiero ir a cada una de las aldeas, hasta podría hacerlo a pie. Aunque se reúnan cientos de miles, ustedes deberán ver que estén bien atendidos. Sólo cuando sean capaces de cumplir estos requisitos, existirá la posibilidad de esparcir por todas las aldeas los principios y la práctica de la cultura india. Estoy resuelto a fomentar la felicidad por medio del renacimiento de la forma de vida india, y esto sucederá, sin ninguna duda. El dharma indio puede, ciertamente, ofrecerse a muchos otros países; no hay necesidad de desesperarse o recriminarse. Los días de la victoria están cerca. Pronto tocaremos los tambores del triunfo.
¡Encarnaciones del Alma Divina!: Quizá no sean capaces de verlo, pero ante mis ojos está claro: conforme pasen los días, aun aquéllos que son incapaces de percibir la verdad de Swami, se acercarán con lágrimas de arrepentimiento para conocerme. Muy pronto esto sucederá a nivel mundial. Ahora Swami está deteniendo firmemente este acontecimiento, pero una vez que permita su manifestación, el mundo entero será transformado en una Morada de la Paz Suprema (Prashanti Nilayam). Así, practiquen en su vida diaria los ideales expuestos; tal vez en los años venideros no tengan la oportunidad de ahora. No podrán estar tan cerca, ya que millones de personas se apresurarán a venir a este lugar. Esto acontecerá pronto, de modo que gánense la compasión y el amor de Swami efectuando acciones de servicio, llenando sus vidas de significado.
El diamante se corta en varias caras, y su precio aumenta con cada cara que se le agrega porque su belleza brilla más. Los que no pueden tolerar el progreso de la Organización o del principio de Sai que ella representa, la censuran, difaman, ridiculizan y obstruyen. Pero ella no se detendrá, avanzará conforme se le presenten más obstáculos. Éstos sólo ayudarán a su esplendor y expansión. Los ataques surgen de la naturaleza malvada y la envidia, pero la Organización está cimentada en la ausencia de envidia. No presten atención a ellos. Hagan el voto de seguir los ideales y deberes señalados. Dedíquense a la Organización, a sus programas y a sus metas. Se han beneficiado con la oportunidad de venir a este lugar; atesoren en sus corazones las cosas que han visto y oído; decídanse a ponerlas en práctica. La resolución y la práctica deben suceder al mismo tiempo. Tracen un plan en conjunto y ejecútenlo desde mañana mismo. Esto debe efectuarse en todos los países. No crean que sólo el Estado de Andhra es de Sai. Todos son de Sai, porque todos son uno. Debemos esforzarnos por todos los medios para realizar y establecer esta verdad en esta era de Kali.
Éste es el mensaje que les doy. Estoy cumpliendo todos sus deseos, y todos ustedes cumplen éste, mi deseo único. Los bendigo para que tengan una vida larga, salud, felicidad, paz y prosperidad. Los exhorto a que canalicen su fuerza física, mental, intelectual y espiritual, así como sus demás capacidades, al servicio del país y de toda la humanidad.
Prashanti Nilayam
23 XI 82
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