| La fe es la confianza total en el poder y en la bondad del Espíritu y la firme convicción de que siempre estás conectado con esta bondad. Cuando afirmas que las cosas pudieran no salirte bien, que tus problemas continúan incrementándose, que tus problemas no tienen solución, que Dios no te ha estado escuchando, o de que eres impotente ante tanto bregar, estás afirmando la duda en lugar de la fe. La capacidad para conocer la fe y afirmarla te permite que ésta se manifieste en tu vida.
En Juan 14:27, Jesús dijo "Mi paz te doy". Esta es una afirmación de fe. Él ciertamente no estaba sugiriendo que la paz es algo difícil de obtener y que debes luchar para conseguirla. Jesús le llevó la paz a cada uno al afirmarla. De igual forma, en su trabajo de sanación, él no insinuó que no hayamos tenido mucho éxito últimamente con la lepra, pero si me escuchas tienes una oportunidad de un treinta por ciento de supervivencia en los próximos cinco años. Muy por el contrario él dijo: "Estás bien", afirmando la fe al más elevado nivel espiritual, y se produjo la sanación.
Tú también debes aprender a afirmar tu fe ante la duda manteniendo el pensamiento de que las cosas se resolverán, que las cosas mejorarán. Piensa, escribe y pronuncia afirmaciones como éstas:
Yo tengo el propósito de crear prosperidad.
Haré lo que sea necesario para erradicar este problema.
Sé que no estoy solo.
Tengo fe en que todo es para bien.
No le doy energía a lo negativo porque sé que todo está en orden divino.
Consultaré con Dios sabiendo que seré guiado a hacer lo necesario.
Estas son todas afirmaciones de fe, las cuales, al practicarlas, te permitirán decirle "no" a la duda y "sí" a la vida. | |
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