Dios encarna para alentar a los aspirantes espirituales (sadhus), se dice. El término sadhu no se refiere únicamente a aquellos renunciantes que habitan en las florestas. Sadhu es la persona virtuosa que constituye la realidad interna en cada uno de ustedes. Cada ser es un sadhu, porque todo el género humano es una encarnación del amor, la paz y la bienaventuranza. Al permitir que crezca gruesa y rápidamente la costra del ego, manchan su naturaleza real. Mediante la acción del sathsang (la compañía de los nobles y piadosos) y una atención sistemática al auto-control y el auto-mejoramiento, pueden superar el engaño que les lleva a identificarse con el cuerpo, sus necesidades y ansias.
- Divine Discourse, Sep 7, 1966. |
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