Narada, el celestial sabio, estuvo una vez tan disgustado por la ignorancia de las Gopikas, que se ofreció para someterlas a algunas lecciones espirituales. Después de llegar a Brindavan, notó que estas jóvenes pastoras que vendían leche o cuajada, estaban voceando "Govinda, Narayana", en lugar de anunciar las mercaderías que tenían en venta, tan inmersas estaban en su conciencia de Dios. No sabían que ya habían vendido toda la leche; seguían vagando, llamando a los nombres del Señor. No tenían vishayavasana, es decir, no tenían deseos hacia los objetos de los sentidos; y por lo tanto no tenían ajnana (ignorancia). Narada concluyó que ellas no tenían necesidad de sus lecciones; en cambio, les rogó que le enseñaran los medios de obtener ese anhelo y esa visión del Krishna que todo lo impregna. Para conquistar al egoísmo, no se requiere ningún riguroso sistema de ejercicios, control de la respiración ni complicada erudición. Las simples Gopikas han demostrado esta verdad.- Divine Discourse, Apr 15 1964. |
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