DE MI CORAZÓN A TU CORAZÓN Hoy amanecí un poco triste. Me inundaba un profundo sentimiento de apatía y desasosiego y, aunque mi mirada intentara alcanzar el horizonte, no vislumbraba a identificar el sentido de mi vida. Siempre he sido positivo. En las buenas, en las malas y en las peores. Siempre intento reír de todo, hasta de mi mismo. Y siempre intento hacer ver a los demás que la vida es un mundo policromado, aún en los días más oscuros y nublados. Más, sin embargo, hoy yo no alcancé a ver ningún color. Hoy, recordé aquel macabro experimento que hicieron con bebés a mediados del siglo XX en alguna región de Centro Europa. Me acordé de que a aquellos niños les daban de comer y de beber, y se les vestía correctamente. Pero había algo que no les daban. No les daban Amor, cariño, afecto… Y todos murieron. Murieron aún estando bien nutridos. Aún teniendo abrigo y sin padecer sed alguna. Murieron por falta de Amor. Aquel oscuro hecho acaecido en la historia de la triste humanidad, es quizás una de las pruebas más concluyentes acerca de la necesidad vital de afecto que todos los seres tenemos. Hoy me di cuenta de que antes de enfermar de muchas cosas, enfermamos por falta de Amor. Hoy tomé consciencia de que la peor enfermedad que existe en el mundo es la desnutrición afectiva. De hecho, prácticamente todas las enfermedades son desencadenadas o desencadenan traumas y desórdenes emotivos. Y los patrones de conducta que guían nuestra respuesta ante la vida ni siquiera nos pertenecen. Son patrones que llevamos grabados en las células. Son patrones que vamos re-grabando con cada paso que damos en este camino existencial. Pero los hacemos nuestros, igual que hacemos nuestras las cargas que nos transmiten y que arrastramos, generalmente, hasta nuestro lecho de muerte física. Hoy, más que nunca, sentí la necesidad vital de enamorarme. De Amar y sentirme amado. Después de varios años conviviendo en estrecha soledad conmigo mismo, quiero expandir todo el Amor que llevo dentro, como un Big Bang de profundos y bellos sentimientos. Me gustaría sentir como una mujer me abraza con su corazón y cómo me acaricia con su Alma. Me encantaría que me llovieran besos, sin motivos ni porqués. Hoy no me quise. El Amor empieza en uno mismo y el pleno estado del Ser es completo en su propia naturaleza. Pero no debemos olvidar, que el camino hacia el Ser es este, el que tenemos aquí, en este plano terrenal. Y aquí, las reglas son como son. Los géneros se manifiestan físicamente y son representados por dos seres de una misma especie que están preparados para realizar, juntos, el mayor milagro de la existencia. Ese milagro es la propia existencia, la co-creación de un nuevo ser. Dicen que el Amor lo cura todo y que mueve montañas. Y digo que el Amor es la fuerza más grande que existe. Y, como bien dije, el Amor es la causa de los más grandes y hermosos milagros acaecidos en todos los tiempos. Pienso que nadie debería pasar hambre o sed, porque son muchas las cosechas y los ríos que bañan el Mundo. Y, sin embargo, pocos son los invitados para acercarse a la mesa de los que es de todos. Pienso que nadie debería pasar frío, ni dormir a la intemperie, pues muchos y grandes son los templos levantados en nombre de Dios y pocos de ellos abrigan a sus hijos divinos. Y también pienso que ningún ser debería vivir en carencia de Amor, cariño y afecto, pues ni siquiera hace falta plantarlo, regarlo o criarlo. Sólo hace falta expresarlo. Cuesta tan poco decir te quiero... ¿Acaso dar un abrazo requiere de tanta fuerza?... La fuerza de los abrazos llega desde el corazón, y el corazón, hasta su último latido, siempre aguarda la suficiente fuerza para dar un abrazo. Es cierto que estamos desnutridos. Unos porque comemos mucho y nos alimentamos poco. Y otros porque ni siquiera tienen qué comer. Pero la peor desnutrición que sufre nuestra sociedad, es la desnutrición de Amor. Porque esa desnutrición nos lleva a la muerte en vida. Y la muerte en vida nos lleva a matar o morir. La decadencia humana te hace fluir hacia los extremos y nos aleja del equilibrio. Y es ahí donde nacen los actos de maldad. Es ahí donde nace el asesino, el violador, el criminal y el genocida. Pero éste sólo es la mano ejecutora de una consciencia global enferma. Enferma por falta de Amor. Solemos pensar que todos esos actos malévolos están lejos de nosotros, más, sin embargo, parte de nosotros está en ellos y ellos en nosotros. Dios es Todo. Tú estás en el Todo y el Todo, en algún grado o particularidad, está en ti. A veces me pregunto si estoy haciendo lo suficiente. Me pregunto si estoy obrando bien y si mi existencia está mejorando de alguna forma este mundo, mi mundo, nuestros mundos… Porque son mis pensamientos, mis sentimientos, mis emociones, mis palabras y mis actos los que conforman esa parte de mi que está en el Todo. Y es por eso que hoy sentí como la Vida se me escapaba. La vida se nos va si no hay Amor. Y sin Amor, acabamos con la Vida. El Mundo se está muriendo por falta de Amor. Verdaderamente, los que estamos muriendo somos nosotros. ¿Por qué tantas muertes? ¿Acaso es tan difícil perdonar? ¿Es tan difícil arrodillar al Ego o es tan difícil arrodillarse ante él y pedirle clemencia?... ¿Acaso es tan difícil dejar de matarnos a nosotros mismos?... Cada vez que atentamos contra la Vida, atentamos contra todos los seres vivientes, incluidos nuestros seres queridos y nosotros mismos. Vivimos guiados por seres inertes que utilizan a los humanos como unidades de producción de un juego llamado Finanzas o Economía o Comercio o Capitalismo o Democracia o lo que sea que quieran llamarlo. Ponen el yugo del alienamiento a todo aquel que no cumple las reglas del juego. Nos hacen creer que la idoneidad, la pureza y la decencia es cumplir con esas reglas y, cuando sus imprudencias enturbian la partida, aprietan la soga de los débiles y muchos de ellos terminan muriendo. Unos mueren en espíritu y otros se quitan la vida física por la propia presión social. Más, sin embargo, con cada una de esas muertes, todos morimos en alguna parte de nosotros. No existe en el Mundo la suficiente cantidad de Euros o Dólares que puedan pagar un verdadero acto de Amor. Y hoy, yo sólo tenía diez euros en la cartera. Así que, un día más, un presente más, un instante más… mi corazón sigue latiendo esperando encontrar otro corazón que quiera sincronizarse con él. No existe música más hermosa que la melodía de dos corazones latiendo al unísono. Y todos tenemos que hacer sonar, en Paz y Armonía, la grandiosa orquesta de la Vida. |
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