En cada uno de ustedes, Dios es el espíritu movilizador, el Alma misma. ¿Cómo podrían entonces ser ustedes malos, si están aquí cumpliendo el propósito de Dios, de acuerdo a Su voluntad, Su plan y Su ley? Dios les ha dotado de muchas facultades, para que puedan buscarle y alcanzarle. Por lo tanto ustedes no son individuos desamparados y olvidados, sometidos a una sentencia de muerte. ¡Ustedes son encarnaciones de la bienaventuranza, nacidos para una rica herencia, que es toda de ustedes! Sólo que no la piden. Tengan fe en su destino, y trabajen continuamente para alcanzarle. La devoción es el apego a Dios - para ello no necesitan abandonar el hogar. Si la semilla es plantada lejos del árbol madre ¿crecerá acaso de manera diferente? ¡No! Si la hierven, no crecerá más. De la misma manera, hiervan ustedes sus instintos e impulsos, y calcinen las ansias sensoriales que les esclavizan. Entonces se acercarán a Dios, dondequiera que se hallen.- Divine Discourse, Jun 25, 1960. |
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