Si en el cuerpo hay un forúnculo, ponemos sobre él algún ungüento y le cubrimos con un vendaje hasta que toda la herida cura. Si no aplican el ungüento ni atan un vendaje sobre este forúnculo, es probable que se infecte, y puede causar mayores daños más tarde. De cuando en cuando tendremos que lavarle con agua, aplicar de nuevo el ungüento y ponerle un nuevo vendaje. De la misma manera, en nuestra vida existe este forúnculo que nos ha aparecido en el cuerpo bajo la forma del 'yo, yo, yo ...'. Si realmente quieren curar este forúnculo, tendrán que lavarle cada día con las aguas del amor, aplicar sobre él el ungüento de la fe, y atar a su alrededor el vendaje de la humildad. El vendaje de la humildad, el ungüento de la fe y las aguas del amor curarán la enfermedad que ha brotado con este forúnculo del 'yo'.
- Divine Discourse, Feb 17 1985. |
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