La vida no es una fórmula matemática en donde 2 más 2 siempre es igual a 4. Para algunos podría ser 3 y para otros, 5. Dependerá como cada cual valore al número '2'. En la senda espiritual, cada cual ha de seguir adelante desde donde se encuentre, con la luz de la lámpara que cada uno lleve en su mano. Esfuércense por diagnosticar su propio carácter y descubran las fallas que lo infectan; no traten de analizar las cualidades de otros ni busquen descubrir sus defectos. Este autoexamen es muy necesario para sacar a la luz las deficiencias que socaven su carrera espiritual. Los demonios son típicamente demasiado orgullosos como para inclinarse ante el Señor; ponen excesiva confianza en las armas y los números, ignorando las fuerzas más sutiles y fuertes del espíritu, que son capaces de aniquilar los vicios dentro de uno. Nunca intenten ocultar sus faltas; avergüéncense de ellas y esfuércense por depurarlas rápido. - Divine Discourse, Mar 16, 1966. |
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