Debo condenar la ausencia de gratitud que predomina hoy entre las gentes. La gente es hoy humilde y obediente mientras se satisfagan sus deseos. Una vez satisfechos, hay veces en que hasta intentan arruinar a la persona que les ayudara a realizarlos. Esta conducta no beneficia a los seres humanos. Uno ha de estar consciente de los beneficios obtenidos y mostrarse ansioso por reembolsar la deuda, o al menos estar dispuesto a no causarle daño a la persona que le ha ayudado en momentos de angustia. Hoy sin embargo, con pompa y orgullo, la gente revela que es ignorante, llena de egoísmo y vanidad. Persiguiendo alegrías momentáneas, se exilian del Reino de Dios. El valor del nacimiento humano radica en alcanzar la divinidad. Mediten en la singular buena suerte del nacimiento humano con que han sido dotados. Dediquen sus días a pensar en Dios, y a ideas que eleven e inspiren. Acojan las oportunidades para expresar gratitud, expandan su corazón y profundicen su fe. - Divine Discourse, Apr 10, 1965. |
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