El reconocer la propia realidad de uno representa la apertura de las puertas de la liberación; para ello, ha de prepararse el espejo del corazón, cubriéndolo por atrás con sathya y dharma (Verdad y Rectitud). De lo contrario, no aparecerá la imagen. Si en cada acto suyo, respetaran la verdad y la justicia, podrán ver revelada su propia realidad. Puede que digan que hay que soportar la carga de los actos pasados y sus inevitables consecuencias, mas la Gracia del Señor puede incinerar esa carga como un rayo; la revelación de la realidad les salvará, en un instante, de esa carga. Si se vieran a sí mismos en todos y a todos en ustedes, entonces habrán conocido la realidad. Por lo tanto habrán de desarrollar por todos los demás, la misma cantidad y calidad de Amor que sienten por Mí.
- Divine Discourse, Apr 2, 1965. |
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