La Verdad y el Amor son las Metas
5 de Diciembre de 1985
Él esconde sus faltas, el seudo sabio,
Y destaca las faltas de los otros a montones.
Y lo demás que conoce es mejor dejarlo desconocido.
¡Estudiantes! ¡Maestros! Los pájaros, las bestias y los árboles le sirven al hombre sin esperar recompensa alguna, pero el hombre busca ayuda de sus semejantes, de sus padres, preceptores y hasta de Dios, ofreciendo a cambio sólo insultos y agravios. Hace alarde de su lealtad a la verdad, conducta recta, paz y no violencia, virtudes que surgen del amor desinteresado, pero es sólo para exhibición y no para la experiencia. Él anhela recibir respeto y afecto de otros pero es renuente a tratar a los demás de la misma manera. Su preocupación está centrada en el complejo del cuerpo-mente. Ignora el hecho de que aun una vida de cien años de duración ha de terminar en el cementerio. La realidad que está latente, de la que ha oído hablar, de la que tiene vislumbres, él la ignora, pues está inmerso en el egoísmo y el engreimiento. A fin de liberarse del ego, el hombre debe reconocer la Divinidad Una que temporalmente lleva diferentes formas y nombres para distraerlo con esa aparente multiplicidad. La ignorancia básica del hombre está en identificarse a sí mismo con lo que no es genuinamente él. La remoción de esta errónea visión y el logro de la conciencia de la Unidad en la Divinidad - este es el verdadero propósito de la educación.
Tal como siembren, así cosecharán
La educación es un proceso de culturización. Hay que sembrar semillas sanas y potentes en el campo interno, para que se pueda obtener una abundante cosecha de valiosos frutos. Una gran cantidad de discernimiento y preparación deben preceder a la siembra. Lo que está sucediendo hoy es una selección indiscriminada de semillas lo cual lleva a una cosecha de disturbios, contingencia que puede ser evitada sólo por una rigurosa indagación en los valores y por su promoción.
Otro punto. Cuando algunos amigos, bienquerientes o parientes colocan un artículo de regalo en nuestras manos, lo aceptamos con beneplácito, aunque no nos guste, porque nuestra aceptación los complace. Cuando el regalo nos gusta, nuestra reacción es enérgica. Lo atesoramos y nos llenamos de él. Sepan que Dios también reacciona de la misma manera a lo que el hombre Le ofrece. Cuando la ofrenda es manchada, puede que Él la acepte a fin de satisfacer el anhelo del devoto o aspirante. Pero cuando la ofrenda Lo complace por su pureza y sinceridad, Él lo recibe con beneplácito y Su alegría se traduce en abundante gracia. Así, es importante descubrir y decidir la ofrenda que deleitará a Dios y así Él lo bendecirá con Su gracia.
Ofrezcan la Flor del Amor a Dios
Déjenme que les diga - la ofrenda debe ser la flor del amor, la flor de la verdad. La verdad (satya) tiene dos facetas: La primera es que no es tocada por el flujo del tiempo, es eterna, inmaculada, tan estable y pura como Brahmán mismo (vean la declaración de los Upanishad: "Satyam Jñânam Anantam Brahma"). La segunda es que la verdad en la práctica, tal como lo mandan los Upanishads es "Hablen la verdad" (Satyam vada), es decir, expresen lo visto exactamente como lo han visto, el pensamiento exactamente como se formó, la acción exactamente como se hizo.
¿Quién fue que estableció los lineamientos para esta práctica de la verdad? Fueron prescritos por el abuelo de una large serie de abuelos, el Sabio Manu, el ancestral legislador según cuyo nombre el hombre es llamado manuja (el hijo de Manu). La verdad es el tesoro hereditario del hombre. La verdad sostiene al mundo y protege a la humanidad. Está en la base de la justicia, de la moralidad, de la paz, de la pureza, de la fe y de la libertad. Debe ser reverenciada y activada por el hombre en todo momento, en toda circunstancia.
El Gita nos aconseja adoptar "un habla inofensiva, que sea veraz, agradable y benéfica" (17-15). A fin de resolver muchos problemas que surgen cuando se practica la verdad, Manu le indicó al hombre no decir verdades desagradables o falsedades agradables. Cuando se hace necesario reverlar una verdad desagradable, hay que suavizar y endulzar su impacto cargándola conscientemente con amor, simpatía y comprensión. "Ayuda siempre; no dañes nunca", esa es la máxima. Filosofía significa el amor por la verdad que lleva a la comprensión y a percatarse de la verdad. Hoy en día, se ha vuelto una relación superficial, no una constante visión de la verdad, no una disciplina a la cual uno está dedicado, ni un camino por el cual se logra el progreso. Las varias facultades de ciencia deben también confrontar y coordinarse de manera que la disciplina científica pueda revelar la verdad. La verdad, una vez conocida, debe también usarse beneficiosamente. Newton lamentó que sus famosas Leyes pudieran ser usadas para fines desastrosos.
El voto de la verdad nunca debe romperse
Abundan las instancias en la historia de Bharat de sabios y gobernantes que sacrificaron sus vidas a fin de cumplir con su palabra empeñada. El Emperador Harishchandra se adhirió a la verdad a pesar del esfuerzo y de la tentación. Él rehusó negar la palabra que había dicho, aunque tuvo que venderse a sí mismo y a su reina e hijo como esclavos y reducirse a la posición de vigilante de un cementerio. Lakshmana también se adhirió a su promesa de acompañar a Rama durante los años de su exilio aunque él tenía que dejar a su madre, su esposa y su palacio. El Emperador Bali llevó a cabo su promesa a Vamana aunque el guru a quien reverenciaba predijo que quedaría destruido si se adhería a la verdad y donaba los tres pies de tierra a Vamana. Así que se ganó la gracia de Dios, como Harishchandra la había ganado y ambos obtuvieron fama inmortal por ello.
La atención a intereses egoístas obstruirá el camino de la verdad. Noten cómo esas grandes personalidades honraron su promesas y compárenlas con el destino de las promesas hoy en día. Ahora, aparecen como si estuvieran hecha en el agua. ¡Estudiantes! Deben librarse de esta hipocresía. Sus promesas son lazos sagrados. El voto de la verdad nunca debe romperse. Ésta y la adherencia al amor desinteresado deben ser sus ideales.
Vean cómo la naturaleza se adhiere a la verdad debido al mandato de Dios - la regularidad de las estaciones, el dominio de la ley, la rotación orbital ordenada. El hombre también debe aprender esta verdad y vivir en consecuencia, con el corazón entonado con la verdad y la mente saturada de amor. El habla debe ser el flujo de la verdad. La verdad debe ser reverenciada como el propio aliento de uno. La triple pureza - del habla libre de la contaminación de la falsedad, la mente libre de la mancha del deseo apasionado o del odio, el cuerpo libre del veneno de la violencia - debe ser alcanzada por todos.
Los conflictos y facciones, la violencia y los trastornos son causados por la negligencia de los valores humanos en la vida diaria. El hombre se vuelve adecuado y funcionalmente válido sólo cuando, junto con la erudición y las destrezas expertas, haya embebido estos valores. La persona casada con la verdad y el amor no necesitará nada más para lograr la paz y la felicidad. Cuando la creación es mirada a través de estos valores, se vuelve una escritura sagrada, una inspiradora lección y guía. Por lo tanto, Yo los exhorto: "¡Que la verdad y el amor sean las metas de todos sus esfuerzos y estudios!".
Charla a los estudiantes del Campus de
Prashanti Nilayam del Instituto Sathya Sai
en su calidad de Rector, en el Auditorio del Instituto
fuente: http://saibabadice.org/18/26.htm
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