Algunos preguntan "Si pasamos todo el tiempo orando a Dios, ¿quién hará nuestras tareas? ¿Cómo podremos mantener a nuestras familias?" Les enseñaré una manera muy fácil: hagan su trabajo pensando que el trabajo también pertenece a Dios. No fijen su mente en la tarea, pensando "es mi trabajo". Piensen que todas las acciones que hacen, las hacen para Dios. Ofrézcanlo todo a Sus Pies. Crean, y díganselo a ustedes mismos, "todo lo que hago lo hago por amor a Dios". Entonces no será necesario que abandonen nada. Enfrenten los exámenes, y hagan su trabajo, en un espíritu de total devoción y dedicación. Cuando hagan todo su trabajo como trabajo de Dios, tendrán la recompensa correspondiente. Nunca piensen "este es mi trabajo, y ese es el trabajo de Dios"; este criterio les deprivará de sus merecidas recompensas. Dénse cuenta de que todo es trabajo de Dios. - 'My Dear Students', Vol 3, Ch 2, Mar 19, 1998. |
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