Cuando el rendimiento de los estudiantes muestra notas bajas los padres se sienten muy apenados. De manera similar, cuando bajamos en niveles morales y en virtudes espirituales, nuestra patria lamenta diez veces más tristemente su destino. Tenemos que mitigar el pesar de la madre física y fomentar la paz y la prosperidad de nuestra patria. La madre patria no es simplemente un montón de tierra. Cuando deseamos su progreso, debemos fomentar el progreso de las gentes que moran allí. Las capacidades requeridas para resucitar y reformar se encuentran en la juventud. El proceso reformador involucra la eliminación, en el diario vivir, de la mala conducta y de los malos hábitos, y la práctica de la buena conducta y las buenas acciones. Deben expresar su humildad, fortaleza, ecuanimidad y gratitud por las bondades recibidas, cada día y en los diversos actos de sus vidas diarias.
- Divine Discourse, 22 Nov 1981. |
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