Lo que debe importarle a cualquier persona es la dicha interior, no las temporarias alegrías exteriores, sensoriales, objetivas y mundanas. Si ustedes pueden desarrollar equilibrio interior, imperturbable ante los altibajos que cada día les presenta, es signo seguro de un verdadero éxito. Cada día es similar al anterior, con la salida y puesta del Sol, y el crecimiento y disminución de la Luna. Sin embargo, cuando han pasado 365 días, decimos que es Año Nuevo y le damos nombre y número nuevos. El Sol y la Luna marcan el ascenso y descenso del día. Sin embargo no son afectados por el nombre ni el número, del dìa o del año. Sean como el Sol y la Luna. No presten atención a nuevos nombres ni números, sino ocúpense de sus deberes, su equilibrio interior y la dicha que logran dentro de sí mismos.
- Divine Discourse, Apr 12, 1959. |
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