OM SAI RAM
"Había una persona en el norte de la India que administraba un molino de harina. En una oportunidad fue hasta un lugar en que se relataba un encantador cuento sobre Dios. El autor de esta historia sobre la devoción a Dios, señaló desde un comienzo que no había mayor don que el del alimento. Preguntó también: ¿Hay algún Dios superior a la madre y al padre? ¿Hay alguna conducta moral más noble que seguir la Verdad? ¿Hay alguna Acción Correcta superior a la de mostrar bondad en donde se necesite? ¿Hay algo más beneficioso que mantener la compañía de la buena gente? ¿Hay algún enemigo peor que la ira? ¿Hay alguna enfermedad peor para un ser humano que el tener deudas? ¿Hay alguna riqueza que sea mejor que la reputación sostenida? Declaró, además, que las consecuencias del darle alimento a un hombre hambriento no traerán consigo sino bienes mayores.
El molinero, después de escuchar todas estas declaraciones, retornó a su casa pensando que, si le daba alimento a los menesterosos iba a beneficiarse de buenas consecuencias y decidió comenzar a hacerlo ese mismo día. Al hacerlo, le asaltó una mezquina y siniestra idea. Tenía una cantidad de harina de trigo que se estaba pudriendo en su almacén por algunos meses. Comenzó a usar esa harina para hacer pan para distribuir entre los pobres. La harina podrida estaba en tan mal estado que ni las hormigas ni los insectos se acercaban a ella.
La mujer del molinero era muy buena persona. También era muy devota. De muchas maneras trató de hacer cambiar de idea a su marido. Le decía: "¿De qué sirve y con qué propósito vas a distribuir esta harina en mal estado? Tenemos tanta harina almacenada, ¿por qué no sacas de la harina buena y alimentas con ella aunque no sea sino a unos pocos? ¿Por qué darle la harina podrida a muchos?" Pero sus palabras no hacían mella en el molinero.
Ella esperaba una oportunidad para darle una buena lección a su marido. Esta se le presentó un día en que tomó de la harina podrida y le preparó pan a su marido, poniéndoselo en el plato cuando llegó a comer. Este se enojó y se excitó mucho.
Haciendo uso de palabras buenas y suaves, la mujer le dijo que cualquiera sea el trabajo que se haga, las consecuencias de este trabajo habrán de ser aceptadas ya sea en el cielo o el infierno. El tipo de semilla que se plante determinará la naturaleza de la planta que brote.
Le señaló: "El tipo de regalo que estás haciendo ahora es muy malo y las consecuencias de esta maldad te llevarán al infierno y allí te van a servir este tipo de pan. Cuando se dé esta situación, vas a tener que comer este pan podrido por primera vez. Te será difícil hacerlo, de modo que es mejor que te acostumbres desde ahora a comer pan podrido. Te va a ser imposible conseguir un buen pan en ese momento. Para que vayas practicando, te voy a dar solamente de este pan de ahora en adelante".
El trabajo que realicemos hoy día determinará las consecuencias que enfrentemos en el futuro. Habrán de hacer un buen trabajo y recibir un bien de él. ¿Podríamos plantar semillas de limonero y esperar que obtengamos mangos? ¿Podríamos plantar las semillas de un mango y esperar conseguir limones de ese árbol?
Representa una buena conducta para el ser humano reconocer este hecho y promover ideas y pensamientos sagrados y llevar a cabo un trabajo también sagrado ahora, para que pueda cosechar frutos sagrados en el futuro."
Sathya Sai Baba
(Ext. del Libro Lluvias de Verano. Vol. IV)
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