¡Tú También Cuentas! 6 Formas De Ayudar Al Planeta
Es muy sencillo, si tú le das importancia a la cantidad de contaminantes que emite tu coche, el fabricante también se la dará. Si todos tenemos en cuenta el control de emisiones del auto y lo convertimos en uno de los motivos principales para elegir el auto, en unos años el total de gases vertidos a la atmósfera se habrá reducido ostensiblemente.
Hasta hace poco, adquirir un auto eléctrico no era muy asequible para la mayoría de familias, además su autonomía no podía competir con los autos alimentados con combustible y existía una dificultad para alimentar las baterías debido a la escasez de estaciones de recarga. Sin embargo en los últimos tiempos se han conseguido grandes avances en el desarrollo de este tipo de autos no contaminantes, apareciendo en el mercado nuevos modelos cada vez más asequibles, con mejores prestaciones y mayor facilidad para su utilización cotidiana.
Considera las ventajas a la larga para ti y para el medio ambiente que hay en hacer un esfuerzo económico para que tu próximo auto sea un eléctrico.
Hay muchas maneras de recolectar y aprovechar la energía natural. ¿Has pensado en colocar paneles solares en el techo de tu casa?
Aunque el costo inicial para su instalación es alto, te puede ahorrar dinero en las facturas de energía a largo plazo.
La legislación sobre generar energía es muy diferente de unos países a otros. En algunos esta práctica se castiga con impuestos y trabas para intentar que no prolifere y que no se vean perjudicadas las grandes compañías eléctricas, mientras que en otros lugares el autoproducir energía está bien visto por las autoridades, hasta el punto de que si tus paneles generan más electricidad de la que usas puedes desviar el excedente al tendido público, cuya empresa responsable te abonará pagos a cambio según la cantidad.
En todo el mundo, los costes por la energía consumida en los hogares van en aumento, existiendo lugares como el Reino Unido en los que en tan solo una década la factura se ha duplicado.
Una manera eficiente de controlar el gasto es instalando "medidores inteligentes", que están programados digitalmente para enviar registros más exactos a las empresas generadoras.
Pero también hay maneras en las que puedes hacer pequeños ahorros que, con el tiempo, pueden ser significativos.
Puedes comparar los precios de los proveedores de energía, cambiar ventanas para que tengan un mejor cierre térmico, sellar rendijas contra las corrientes de aire, o asegurarte de que tus dispositivos electrónicos no estén siempre en modo de espera, si no totamente apagados o desenchufados.
Para la temperatura que mantienes en la casa, es bueno que seas consciente de en qué época del año estás y la intentes capear también de la manera más natural posible, con la ropa y alimentación adecuada, y no solo a base de gastar grandes cantidades de energía en calefacción o aire acondicionado. No es extraño oír algún caso de personas que están en camiseta y pantalones cortos en casa en pleno invierno, o personas que llegan a enfermar por el frío excesivo que emana de su aire acondicionado en verano.
Otra medida natural e inteligente consiste en aprovechar al máximo la luz solar. Tener en cuenta donde se está proyectando en cada momento del día en el reparto de funciones de cada habitación y para cada actividad que realizas en casa, para depender lo menos posible de la luz eléctrica. Y acompasar los hábitos de vida al ritmo natural, es decir, levantarse pronto, y acostarse pronto, intentando en la medida de lo posible cesar las actividades al caer el sol. Si evitas de noche pasar numerosas horas frente al televisor, el ordenador, jugando videojuegos, etc. seguro que tu factura de la luz, tu calidad del sueño y tu ritmo de vida lo agradecerán.
¡Así que apaga los motores y los dispositivos electrónicos, ahorra dinero y ayuda a salvar el planeta!
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