Amados hermanos y hermanas:
Recordamos la actividad que todos los devotos llevamos a cabo cada domingo en unidad nacional, para el beneficio espiritual de todos los seres de todos los mundos: la escucha y/o recitación del Supremo mantra SRI RUDRAM.
"Cada acto, desde el amanecer hasta el ocaso, es un yajña (sacrificio ritual para atraer la gracia de Dios) ¡Recuérdenlo!
Muchos han caído en el hábito de preguntar qué objeto tienen estas directivas y qué se puede ganar con ellas. Bien. Déjenme decirles que el solo y único objetivo a que apuntan los Vedas, a través de una serie de ejercicios espirituales, es el de hacer divino al hombre. Son ellos los que lo conducen desde el nivel animal, cuando cree que sólo es este cuerpo que sufre de hambre, sed y variados deseos, hacia el estado de humanidad, cuando reconoce que está situado muy por encima del animal. Más adelante, los Vedas lo impulsan a usar su inteligencia y discernimiento para sublimar sus pasiones y emociones y alcanzar el nivel divino en donde estará en bienaventuranza eterna.
Los Vedas desarrollan la primera ciencia del espíritu. Conocer esta ciencia y practicarla forma parte de los deberes que el hombre tiene consigo mismo. Esta ciencia da por resultado la eliminación de la ignorancia y el logro del conocimiento, no el conocimiento de las cosas materiales y terrenales que cambian y son reemplazadas con frecuencia; ella dota al buscador con el conocimiento que constituye la clave para la gran gama del saber, aquella que una vez conocida hace que se conozca todo lo demás.
Esa es la razón de que los Vedas se llamen así. La palabra Veda significa Vedayhathi ithi vedah, es decir, "aquello que hace saber". El principio cósmico se adapta a las fórmulas místicas y patrones de sonido que los mantras védicos representan. Los cuatro impulsos fundamentales del hombre, actuar con rectitud (dharma); el ganar y acumular (artha); el desear y cumplir los deseos (kama) y el expandirse y liberarse del "aquí y ahora" hacia el "siempre y en todas partes" (moksha), son significados y sustentados por la senda védica. Lo físico material de Dios puede ser adorado por medio de yantras (diagramas místicos); su físico espiritual ha de ser propiciado por medio de mantras (fórmulas orales sagradas).
Desde el Absoluto universal se manifestó Brahman, el principio cósmico. Desde Brahman se originó el karma o la actividad regulada basada en las prescripciones védicas. Los dioses son complacidos con este tipo de karma y derraman la lluvia, ordenándole al Dios Parjanya que bendiga al mundo y a sus habitantes; gracias a la lluvia, crecen las siembras y hay alimentos disponibles para el consumo; a través del alimento el hombre obtiene salud y vitalidad; como resultado de esta vitalidad el hombre se reproduce y se multiplica. Según los Vedas, éste es el ciclo: karma, lluvia, cosechas, alimento, fecundidad. Se llevan a cabo elaborados rituales de este tipo para invocar lluvias oportunas durante las estaciones propicias y paz y prosperidad para todo el mundo.
El ritual es también un karma, aunque es un karma védico dedicado a lograr el bienestar del mundo. Todo karma (acción) llevado a cabo para asegurar el bien de los demás, sin ninguna aspiración de beneficio personal, será un buen karma que los dioses valorarán como un ritual. Las malas consecuencias debida a los malos karmas que seguramente los afectarán, pueden ser contrarrestadas si se dedican a karmas beneficiosos, ganando méritos con ellos.
Actualmente no se hace intento alguno por contrarrestar el mal con el bien, y de ese modo el país está yendo rápidamente a la ruina. ¿Cómo podría levantarse? El país no es únicamente un espacio en el mapa ni una extensión de territorio. Es un conglomerado de hombres, mujeres y niños unidos por tradiciones y modos comunes de vida y de pensamiento considerados vigentes y valiosos, que han llegado hasta ellos a través de generaciones de patriotas y de líderes que llevaban una vida espiritual.
Como bien lo saben, yajña significa sacrificio y thiaga, renunciación. Este yajña celebrado aquí no implica ningún deseo personal que satisfacer. Su objetivo es asegurar la paz y la prosperidad, no para algún individuo, religión, comunidad o país en particular, sino para todo el género humano.
Gandhi recorrió el país orando: Shabko sanmati de Bhagavan (¡Oh Señor!, dale a cada uno y a todos bondad de mente). Ustedes que asisten a este yajña dedicado al bien de todo el mundo deben orar del mismo modo y albergar sólo nobles inclinaciones en ustedes, para que todo el mundo se beneficie con su ejemplo."
Sathya Sai Baba, Prashanti Nilayam 10/10/1974
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