Abran su cuenta con el Banco Divino que recibe depósitos y mantiene sus cuentas en estricta confidencialidad. Cada pequeña transacción – una buena obra, un pensamiento noble o una palabra amable, es correctamente acreditada y contabilizada. El banco también lleva un registro de sus deudas – pensamiento, palabra o acto indiferente, malvado o rudo. El Divino Banquero se preocupa verdaderamente de vuestros sentimientos y conscientemente les susurra advertencias desde el corazón cuando se sobregiran de sus límites, cuando infringen la verdad y la conducta correcta. También les advierte sin falta cuando les esclavizan sus deseos o cuando sus caudales son dudosos. Nadie les puede enjuiciar por los depósitos que hagan en este Banco. Ningún cobrador de impuestos puede retirar sus ganancias, ni estafador alguno puede tocar su propiedad en el Banco. Vengan, abran sus depósitos con el Banquero Divino y crezcan en prosperidad, aquí y más allá.
- Divine Discourse, July 14, 1966. |
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