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viernes, 7 de enero de 2011

CONVERSACIONES CON UN JNANI

CONVERSACIONES CON UN JNANI
 
El de Sri Nisargadatta Maharaj es un caso fuera de lo común. Él tuvo fe plena en la palabra de su Maestro, y en tres años despertó a la Realidad.

(Extractos del libro “Yo soy Eso”, de Sri Nisargadatta Maharaj)

El buscador es el que está en busca de sí mismo.
Abandone todas las preguntas excepto una: « ¿quién soy yo?». Después de todo, el único hecho del que usted está seguro es que usted es. El «yo soy» es cierto. El «yo soy esto» no. Esfuércese en encontrar lo que usted es en realidad.
Para saber lo que usted es, primero debe investigar y conocer lo que usted no es.
Descubra todo lo que usted no es —el cuerpo, los sentimientos, los pensamientos, el tiempo, el espacio, esto o eso— nada, concreto o abstracto, que usted perciba puede ser usted. El acto mismo de percibir muestra que usted no es lo que usted percibe.
Cuanto más claro comprenda que en el nivel de la mente usted solo puede ser descrito en términos negativos, tanto más rápidamente llegará al fin de su búsqueda y se dará cuenta de que usted es el ser sin límites.
    
Sri Nisargadatta Maharaj
LA PERSONA NO ES LA REALIDAD

Maharaj: Encontré a mi Gurú cuando tenía 34 años y me realicé a los 37.
Pregunta: ¿Qué ocurrió? ¿Cuál fue el cambio?
Maharaj: El placer y el dolor perdieron su dominio sobre mí. Yo estaba libre de deseo y de temor. Me encontré a mí mismo pleno, sin necesidad de nada. Vi que en el océano de la presenciación pura, en la superficie de la consciencia universal, las innumerables olas de los mundos fenoménicos emergen y se sumergen sin comienzo ni fin. En tanto que consciencia, todos ellos están en mí. En tanto que eventos, todos son míos. Hay un poder misterioso que cuida de ellos. Ese poder es la presenciación, el Sí mismo, la Vida, Dios, déle usted el nombre que quiera. Es el fundamento, el soporte último de todo lo que es, lo mismo que el oro es la base de toda la joyería. ¡Y es tan íntimamente nuestro! Haga abstracción del nombre y la forma de las joyas y el oro deviene manifiesto. Libérese del nombre y de la forma, y de los deseos y temores que crean — ¿qué queda entonces?
Pregunta: Nada.
Maharaj: Sí, el vacío queda. Pero el vacío está lleno a rebosar. Es la potencialidad eterna, como la consciencia es la actualidad eterna.
 Int: ¿Se nos permite pedirle que nos cuente la manera de su realización?
Maharaj: En cierto modo fue muy simple y muy fácil en mi caso. Mi Gurú, antes de morir, me dijo: «Créeme, tú eres la Realidad Suprema. No dudes de mis palabras, no dejes de creerme. Te estoy diciendo la verdad —verifícalo». Yo no podía olvidar sus palabras, y no olvidando —he realizado.
Int: ¿Pero qué hizo usted de hecho?
Maharaj: Nada especial. Vivía mi vida, atendía a mi comercio, cuidaba de mi familia, y todos los momentos libres los pasaba recordando a mi Gurú y sus palabras. El murió poco después, y yo solo tenía el recuerdo a quien recurrir. Eso fue suficiente.
Int: Debe haber sido la gracia y el poder de su Gurú.
Maharaj: Sus palabras eran verdaderas y así se realizaron. Las palabras verdaderas siempre se realizan. Mi Gurú no hizo nada; sus palabras actuaron debido a que eran verdaderas. Todo lo que yo hacía venía de dentro, sin ser solicitado e inesperado.
Int: ¿El Gurú comenzó un proceso sin tomar ninguna parte en él?
Maharaj: Póngalo como usted quiera. Las cosas acontecen como acontecen —¿quién puede decir por qué y cómo? Yo no hice nada deliberadamente. Todo vino por sí mismo —el deseo de dejar partir, de estar solo, de ir adentro.
Int: ¿Usted no hizo ningún tipo de esfuerzos?
Maharaj: Ninguno. Créalo o no, yo ni siquiera estaba ansioso de iluminarme. Él solamente me dijo que yo soy lo Supremo y entonces murió. Yo no podía no creerle. El resto aconteció por sí mismo. Me encontré a mí mismo cambiado —eso es todo. No hay que decir que yo estaba atónito. Pero surgió en mí un deseo de verificar sus palabras. Yo estaba tan seguro de que él no podía haber dicho una mentira, que sentí que o bien realizaba el pleno significado de sus palabras o bien moriría. Me sentía completamente determinado, pero no sabía qué hacer. Pasaba horas pensando en él y en su certeza, sin argumentar, solo recordando lo que él me dijo.
Int: ¿Qué le aconteció a usted entonces? ¿Cómo supo usted que usted es lo Supremo?
Maharaj: Nadie vino a decírmelo. Ni tampoco se me dijo interiormente. De hecho, fue solo al comienzo, cuando estuve haciendo esfuerzos, cuando pasé por algunas experiencias extrañas; ver luces, oír voces, encontrar dioses y diosas y conversar con ellos. Una vez que el Gurú me dijo: «Tú eres la Realidad Suprema», dejé de tener visiones y trances y devine muy calmo y simple. Me encontré a mí mismo deseando y sabiendo cada vez menos, hasta que pude decir presa de total estupefacción: «No sé nada, no quiero nada».

LA MENTE

Interlocutor: Hay muchos libros interesantes escritos por gentes aparentemente muy competentes, en los que se niega la ilusoriedad del mundo (aunque no su transitoriedad). Según ellos, existe una jerarquía de seres, desde el más bajo al más alto; en cada nivel la complejidad del organismo permite y refleja la profundidad, la amplitud y la intensidad de la consciencia, sin ninguna culminación visible o cognoscible. Una ley suprema gobierna por todas partes: la evolución de las formas por el crecimiento y el enriquecimiento de la consciencia y la manifestación de sus potencialidades infinitas.
Maharaj: Esto puede ser así, o no. Incluso si es así, lo es solo desde el punto de vista de la mente, pero de hecho el universo entero (mahadakasha) existe solo en la consciencia (chidakasha), mientras que yo tengo mi estación en lo Absoluto (paramakasha). En el ser puro emerge la consciencia; en la consciencia el mundo aparece y desaparece. Todo lo que es, es mí mismo; todo lo que es, es mío. Antes de todos los comienzos, después de todos los finales —yo soy. Todo tiene su ser en mí, en el «yo soy», que brilla en todo ser vivo. Incluso el no ser es impensable sin mí. Ocurra lo que ocurra, yo debo estar ahí para presenciarlo.
Int: ¿Por qué le niega usted el ser al mundo?
Maharaj: Yo no niego el mundo. Yo lo veo como aparece en la consciencia, que es la totalidad de lo conocido en la inmensidad de lo no conocido.
Lo que comienza y acaba es mera apariencia. El mundo se puede decir que aparece, pero no que es. La apariencia puede durar mucho en alguna escala de tiempo, y ser muy breve en otra, pero finalmente equivale a lo mismo. Todo lo que está sujeto al tiempo es momentáneo y no tiene ninguna realidad.
Int: Ciertamente, usted ve el mundo existente que le rodea a usted ¡Usted parece comportarse con entera normalidad!
Maharaj: Eso es lo que le parece a usted. Lo que en su caso ocupa todo el campo de la consciencia es sólo una mota en la mía. El mundo dura, pero sólo un momento. Es su memoria lo que le hace a usted pensar que el mundo continúa. Yo mismo, no vivo de memoria. Yo veo el mundo como es; una apariencia momentánea en la consciencia.
Int: ¿En su consciencia?
Maharaj: Toda idea de «yo» y «mío», incluso de «yo soy» está en la consciencia.
Int: ¿Es entonces su «ser absoluto» (paramakasha) inconsciencia?
Maharaj: La idea de inconsciencia existe solo en la consciencia.
Int: Entonces, ¿cómo sabe usted que usted está en el estado supremo?
Maharaj: Porque yo soy en él. Es el único estado natural.
Int: ¿Puede usted describirlo?
Maharaj: Solo por negación, como incausado, independiente, incomparable, indiviso, incompuesto, imperturbable, incuestionable, inalcanzable por el esfuerzo. Toda definición positiva viene de la memoria y, por lo tanto, es inaplicable. Y sin embargo mi estado es supremamente real y, por lo tanto, posible, realizable, asequible.
Int: ¿No está usted inmerso atemporalmente en una abstracción?
Maharaj: La abstracción es mental y verbal y desaparece en el sueño profundo, o en el desvanecimiento; reaparece en el tiempo; yo soy en mi propio estado (swarupa) atemporalmente en el ahora. El pasado y el futuro están solo en la mente —yo soy ahora.
Int: El mundo es también ahora.
Maharaj: ¿Qué mundo?
Int: El mundo que nos rodea.
Maharaj: Es su mundo lo que usted tiene en la mente, no el mío. ¿Qué sabe usted de mí, cuando incluso mi conversación con usted está solo en su mundo? Usted no tiene ninguna razón para creer que mi mundo es idéntico al suyo. Mi mundo es real, verdadero, como es percibido, mientras que el suyo aparece y desaparece, según el estado de su mente. Su mundo es algo extraño, y usted tiene miedo de él. Mi mundo es mí mismo. Yo estoy en casa.
Int: Si usted es el mundo, ¿cómo puede usted ser consciente de él? ¿No es el sujeto de la consciencia diferente de su objeto?
Maharaj: La consciencia y el mundo aparecen y desaparecen juntos, de manera que son dos aspectos del mismo estado.
Int: En el sueño profundo yo no soy, y el mundo continúa.
Maharaj: ¿Cómo lo sabe usted?
Int: Al despertar lo sé. Mi memoria me lo dice.
Maharaj: La memoria está en la mente. La mente continúa en el sueño.
Int: Está parcialmente en suspenso.
Maharaj: Pero su imagen del mundo no es afectada. Mientras que la mente está ahí, su cuerpo y su mundo están ahí. Su mundo está hecho de mente, es subjetivo, está encerrado dentro de la mente, es fragmentario, temporal, personal, cuelga del hilo de la memoria.
Int: ¿Es así el suyo?
Maharaj: ¡Oh, no! Yo vivo en un mundo de realidades, mientras que el suyo es de imaginaciones. Su mundo es personal, privado, incompartible, íntimamente suyo. Nadie puede entrar en él, ver como usted ve, oír como usted oye, sentir sus emociones y pensar sus pensamientos. En su mundo usted está verdaderamente solo, encerrado en su sueño siempre cambiante, que usted toma por la vida. Mi mundo es un mundo abierto, común a todos, accesible a todos. En mi mundo hay comunidad, penetración inteligible, amor, cualidad real; lo individual es lo total, la totalidad —en lo individual. Todos son uno y el Uno es todos.
Int: ¿Está su mundo lleno de cosas y de gentes como lo está el mío?
Maharaj: No, está lleno de mí mismo.
Int: ¿Pero usted ve y oye como nosotros?
Maharaj: Sí, yo parezco oír y ver y hablar y actuar, pero para mí eso sólo acontece, como acontecen para usted la digestión o la transpiración. La máquina del cuerpo-mente se ocupa de eso pero me deja fuera de ella. Lo mismo que usted no necesita ocuparse del crecimiento de su cabello, así yo no necesito ocuparme de las palabras y las acciones. Ellas simplemente acontecen y me dejan en paz, pues en mi mundo nada marcha nunca incorrectamente.
Maharaj: La verdadera felicidad no puede ser hallada en las cosas que cambian y pasan. El placer y el dolor se alternan entre sí inexorablemente. La felicidad viene del Yo y hay que encontrarla en el Yo. Alcanza tu verdadero ser y todo lo demás vendrá con él.

Pregunta: Si mi verdadero Yo es paz y amor, ¿Por qué estoy tan desasosegado?
Maharaj: No es tu verdadero ser el que está desasosegado sino su reflejo en la mente el que parece desasosegado porque la mente está desasosegada. Es igual que el reflejo de la luz en el agua que riza el viento. El viento del deseo remueve la mente y el “mi” que no es sino el reflejo del Yo en la mente, se muestra alterado. Pero todas estas ideas de movimiento y falta de sosiego, de placer y dolor, están en la mente.  El Yo está más allá de la mente, alerta, pero desafectado.
Pregunta: ¿Cómo alcanzar el Yo?
Maharaj: Tú eres el Yo, aquí y ahora. Deja la mente en paz, mantente alerta y desafectado; pronto te darás cuenta que el mantenerse alerta pero desapegado, observando como vienen y van los acontecimientos es un aspecto de tu naturaleza real.
Pregunta: y los demás aspectos, ¿Cuáles son?
Maharaj: Los aspectos son infinitos. Realiza uno y los comprenderás todos.

TEXTO TOMADO DE: H2H LATINO


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