¿No han oído la historia del león que sufría por una herida en la pata? Un esclavo que huía a través de la selva lo vio, y como se acercó al león con simpatía, éste adelantó su pata. Entonces el esclavo retiró lentamente la espina que había causado todo ese dolor, y luego abandonó el lugar, sólo para ser más tarde arrestado y llevado a Roma. Allí decidieron arrojarle al anfiteatro y soltarle un león que había sido capturado recientemente. Sin embargo, era el mismo león al cual el esclavo había salvado, y su gratitud no le permitió dañar a su salvador. Como ven, hasta los animales exhiben gratitud, no sólo las mascotas, sino incluso los animales salvajes como el león. Expresen su gratitud al Creador, que ha vertido en ustedes el néctar que otorga la inmortalidad. Sean agradecidos con el Señor por haberles dotado de las capacidades de discernimiento, desapego y evaluación.
- Divine Discourse, Feb 25, 1964. |
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