Cada uno de ustedes está en posesión de un pasaje a la liberación del ciclo de nacimiento y muerte. Pero la mayoría ignora cuál es el tren a abordar; muchos descienden en estaciones intermedias, imaginando que son la terminal, y vagan desamparados por territorio salvaje, o se dejan lllevar por panoramas y escenas. Un vendaje es esencial hasta que la herida haya curado. De la misma manera, hasta que se haya tomado conciencia de la Realidad, a la mente afectada por el ego se le debe aplicar el bálsamo de la fe, la compañía sagrada y los pensamientos sagrados. Lo que santifica todas las actividades es la dedicación al Señor. Él es el Incitador, el Ejecutor, el Dador de la fuerza y habilidad necesarias, y es también el Disfrutador del fruto obtenido. Por eso, la dedicación debe venirles a ustedes naturalmente, porque todo es Suyo, y nada es de ustedes. Sus deberes son creer que es Él el propulsor de sus actividades, y ganar fuerzas gracias a esa convicción.
- Divine Discourse, Oct 14, 1964. |
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