EL GITA DE SAI BABA
EL CAMINO DE LA AUTOREALIZACIÓN Y
LA LIBERACIÓN EN NUESTRA ERA
DIVINOS DISCURSOS
Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
Prashanti Nilayan
Compilado y editado por Al Drucker
CAPÍTULO XXX.
PARA PODER SER LIBRES, ENTREGUEN SU MENTE A DIOS
El mundo entero está hecho de tres cualidades. Dichas cualidades conforman la ilusión. Se puede decir que son: la densidad o inercia, la acción o reacción, y el equilibrio o armonía. Si bien sus efectos son muy diferentes, las tres obnubilan su entendimiento. Mientras ellas permanezcan en su mente, ustedes estarán prisioneros.
Encarnaciones del amor:
De las tres cualidades mencionadas, las primeras dos -la inercia y la actividad profusa- son responsables del pesar, la angustia, las dificultades y problemas que enfrentan. Cuando los invade el torpor, la pereza, la flojera o la lasitud, o los invade el miedo, la rabia o el odio, están sucumbiendo bajo la inercia o densidad, que en sánscrito se llama tamas. Cuando predominen en ustedes fuertes deseos, actividad profusa, impaciencia, pasión, emocionalidad y actividad auto complaciente, entonces la cualidad llamada en sánscrito rajas los está arrastrando. Cuando estas dos cualidades no están bajo control, su verdadera naturaleza humana queda olvidada. Ellas extraen su naturaleza animal y demoníaca. Por consiguiente, tamas y rajas deben de ser erradicadas de ustedes.
Desenraicen la mala yerba que es tamas y rajas
El campesino que desea obtener una buena cosecha empieza por remover la mala yerba de su terreno. La mala yerba que cubre el terreno lo despoja de nutrientes y energía, impidiendo que se dé la cosecha. Por lo tanto, remover el producto indeseado es pre-requisito para lograr una buena cosecha. Del mismo modo, si desean iluminarse y realizarse en la beatitud del yo eterno, si desean alcanzar la dicha del atma, deberán de remover la mala yerba de rajas y tamas del terreno de su corazón. Ésta ha echado raíz en forma de deseo, ira, avaricia e ilusión, celos y orgullo, los nefastos enemigos internos que tienen que ser conquistados. Dichos enemigos son los hijos de rajas y tamas. Los mantienen presos en la ilusión. Mientras la mala yerba permanezca en ustedes, no podrán cosechar la beatitud del atma.
El primer capítulo del Gita trata de la angustia y lamentaciones de Arjuna. Habían invadido su corazón los principios de rajas y tamas, causando su congoja y pesadumbre. Krishna le advirtió a Arjuna que en primer lugar tenía que erradicar rajas y tamas de sí para poder manifestar su naturaleza humana. Mas, para manifestar su verdadera naturaleza divina, incluso la tercera de las tres cualidades que conforman la ilusión, satva -caracterizada por el modo equilibrado y pacífico- tendría que trascenderse. Ésta también es una limitación que cubre su naturaleza divina, si bien con un velo muy fino. Las tres cualidades los mantienen encapsulados en una personalidad individual, y les impiden realizar plenamente su yo divino. Krishna instruyó a Arjuna: "Ofréceme las tres cualidades, rajas, tamas y satva. Quedarás libre de timidez y pesar, y podrás salir victorioso en el mundo."
Limpien perfectamente su corazón para que Dios entre en él
Si convidan a un ser elevado, sea un sabio o un maestro reverenciado, a su casa hay una serie de arreglos que tendrán que realizar como limpiar, adornar y decorar. Tendrán que limpiar dentro y fuera y ordenar el entorno antes de que llegue el invitado. Una persona elevada no entrará en una casa llena de mugre, donde falte un tono sagrado. También si invitan a un gobernador o alto funcionario a su ciudad, mandan limpiar las calles y decorar las avenidas y tienen todo listo para recibir al distinguido personaje. Aunque dicha persona ocupe un puesto temporal, de todas maneras, se esmerarán en tener limpia la casa y ordenar los preparativos para honrar a su invitado.
Si se esmeran tanto en recibir a un oficial del mundo, deberían de esforzarse más aun en preparar su casa para la venida del mismo creador y protector del mundo. Es claro que, para honrar a Dios en su corazón, tienen que limpiarlo esmeradamente. Cuando su corazón esté puro, Dios se complacerá en entrar en él. Krishna le dijo así a Arjuna "Hasta ahora me has tomado apenas como el auriga de tu carroza, ¡pero debes de tomarme como el auriga de tu misma vida! El asiento que ocupo en la carroza está limpio y bien decorado. Ahora piensa cuán limpio y espléndido tiene que estar tu corazón para que yo tome asiento en él, si desean que me instale en él como el auriga de tu vida".
Si van a un parque y desean sentarse en el suelo, colocan una colchoneta o un periódico o un paño para sentarse encima. Si cuidan tanto dónde van a sentar su cuerpo, que está lleno de impurezas, ¡cuánto más deberían de cuidar su corazón si están invitando a Dios a entrar en él!
Mientras los principios de rajas y tamas permanezcan en ustedes, su corazón estará impuro. Dichos aspectos pululan y ensucian continuamente su corazón. Mientras estén sucios, la divinidad no entrará en su corazón y no podrán captar la presencia de Dios en él. Por ello tienen primero que eliminar la densidad o inercia -tamas-, una vez hecho lo cual deberán de eliminar rajas. Al hacerlo, satva se destacará en ustedes y se volverán seguros de ustedes mismos, estando en contacto con su fuente interior. Comiencen ya a esforzarse para retirar toda brizna de mugre acumulada en su corazón. Les daré un ejemplo.
La devoción, la sabiduría y el desapego los hacen puros
Cuando una mujer sale, casi siempre lleva consigo un espejito, un peine y un pañuelo para poder arreglarse en caso necesario. ¿Para qué llevan estos artículos en particular? Es muy probable que se les desarregle el pelo en el día, y llevan un peine para volvérselo a acomodar. Para ver si les quedó bien, portan un espejito. Y cargan un pañuelo para limpiarse la cara. Si no cuentan con cualquiera de estos enseres, no podrán tener una apariencia impecable. De manera que un espejo, un peine y un pañuelo son fundamentales para tener la cara limpia y pulcro arreglo personal.
Del mismo modo, si desean recuperar la mermada belleza de su corazón, necesitarán algunos apoyos. El espejo les indicará si su pelo está o no desarreglado. Lo que les indicará si su corazón está o no desaliñado será su devoción, que funciona como un espejo. Este espejo tiene que ser puro. Si su espejo está limpio, podrán percatarse si su corazón y su mente son puros o si están empañados de impurezas. Si ven que su corazón está desaliñado, tienen que arreglarlo. Para ello, necesitarán el peine de la sabiduría. Ésta devuelve el corazón a su orden y belleza. Después, tal y como limpiaron la mugre del rostro con el pañuelo, deberán de remover la mugre de su mente con el pañuelo del desapego. Con desapego podrán retirar toda la suciedad que se ha acumulado en su mente.
Así como las señoras portan el espejito, el peine y el pañuelo a dondequiera que van en la vida, ustedes también deberán de portar consigo devoción, sabiduría y desapego para mantener su mente y su corazón puros.
Características de rajas
Ya analizamos el principio de tamas que los ata a su naturaleza más baja. Examinemos ahora las características de rajas que también los aprisionar en los reinos del ser más bajos, y les impide expresar su verdadero potencial humano. La persona contaminada de rajas siempre andará a las carreras; le faltará paciencia y tolerancia. No estará sosegada ni un minuto. Y mostrará mucho enojo. Mas no sólo eso, sino que estará llena de deseos. Todos estos son aspectos del principio de rajas. Esto es muy claro en los animales que se ven en un zoológico. Se trate de un chita, un tigre o un zorro, no se estarán quietos un minuto, y es que están saturados de rajas.
Cuando rajas contamina su corazón, su cuerpo y su mente se tornan inestables y se muestran desasosegados. Esto no sólo los mantiene desbalanceados sino engañados. Al vivir en el engaño, sienten gran deseo por las cosas del mundo. Cuando los deseos se manifiestan, ustedes toman acción para procurarse las cosas que están añorando. Es así como del engaño pasan al deseo y del deseo, a la acción. El engaño, el deseo y la acción son los tres aspectos poderosos que caracterizan a rajas.
La razón por la que se mueven constantemente es rajas. Por ejemplo, cuando están sentados en determinado lugar, sienten que no podrán estarse quietos mucho tiempo; alguna parte de su cuerpo se estará meneando. Puede compararse a un álamo. Aunque no haga viento ni brisa, las hojas del árbol se mueven. Lo mismo ocurre con los caballos. La palabra que designa caballo en sánscrito se refiere a aquello que no está quieto. Percibirán que en el caballo, siempre alguna de sus partes se estará moviendo, ya sea la cabeza, las patas o la cola.
Por eso antiguamente, el sacrifico de un caballo se celebraba como ritual para pedir a los dioses el aquietamiento de la mente.
Eliminen los tres principios y obtendrán liberación
El prototipo de rajas es Ravana, el rey de los demonios. El prototipo de tamas es otro demonio bien conocido del saber popular que podía dormir durante décadas de un tirón. Hubo un tercer demonio de buen corazón que se rindió a los pies de Rama. Él es el prototipo del principio sátvico porque, si bien era un demonio, optó por el bien. Los tres eran hermanos. Si dejan que los dos primeros entren en ustedes, encontrarán únicamente perjuicio y congoja. Si permiten que el tercero los domine, éste los conducirá a un modo bueno de vivir. Pero también los mantendrá inmersos en la ilusión y olvido de su verdadera naturaleza divina.
Si desean entrar en el reino de la liberación, deberán de extirpar a los tres demonios de su ser. Todos ellos forman parte de la misma familia demoníaca. Y es por lo que el Vedanta ha venido enseñando que es preciso trascender las tres cualidades y ofrecerlas al señor Shiva. Él las estará vigilando con su tercer ojo y las tornará inocuas con su tridente divino.
¿Cuál es la mejor manera de eliminar dichos principios? Si se encontraran en la maleza y se les encajara una espina en el pie, no necesitan retirarla con un cuchillo bien filoso. Únicamente tomen otra espina y con ella saquen la primera. Cuando terminen, desháganse de ambas espinas, sin hacer distinción entre ellas. Del mismo modo, deberán de remover tamas, con ayuda de rajas. Luego, deberán remover rajas, con ayuda de satva. Y finalmente deberán renunciar asimismo a satva. Antes de poder ingresar en el reino de la realización divina, deberán deshacerse de los tres principios que los mantienen atados a la ilusión. Fue por lo que Krishna llevó a Arjuna a trascenderlos. Le advirtió a Arjuna que tendría que hacer un esfuerzo enorme y permanente para desechar los tres principios de su persona.
Tras enseñarle a Arjuna a reconocer dichas cualidades, le enseñó entonces a elevarse más allá de los límites de aquellas. Así fue como Krishna lo transformó en un verdadero hombre sabio. La causa fundamental de dichas cualidades es la mente. Resultaría imposible trascender la naturaleza humana y realizar la divina, a menos que la mente se deshaga de su volubilidad y deviene más estable. Por eso, la mejor manera de trascender dichas cualidades es ofreciendo la mente al Señor. Al ofrecerle su mente a Dios, Él cuidará de ustedes en todos sentidos. Déjenme ilustrarlo con una historia.
El reto del rey Janaka para adquirir auto conocimiento
En una ocasión, el rey Janaka envió un mensaje a los habitantes de su reino, y decía: «Si acaso hay entre ustedes un erudito, un pandit, un mahatma, un yogui, un sabio, sea quien fuere, que venga y me enseñe a conocer el atma".Daba a entender en su mensaje que esperaba adquirir el auto conocimiento tras un rato de ser adecuadamente instruido. Antes aun de terminar de montarse en su caballo, él tendría que haber alcanzado la auto realización. Y dijo «Si la persona que se ofrece a enseñarme el auto conocimiento no me garantiza la iluminación instantánea, será borrado de mis dominios, aunque sea el mayor erudito o la persona con mayor sapiencia o con la mejor formación en esta tierra."
Pues bien, los pandits y sabios se amedrentaron un tanto con la advertencia. Se percataron de que ésta resultaría una dura prueba para su formación y conocimiento, de manera que nadie se ofreció a instruir al rey, satisfaciendo las condiciones que impuso.
A la sazón, el joven Astavakra ingresó al reino. Estando en la carretera, camino a la ciudad capital, se topó con cierto número de personas que de ahí venían, incluyendo algunos eruditos y pandits. Todos traían caras largas y se veían preocupados y pesarosos. Astavakra quiso saber la causa de su pesar. Ellos le explicaron la situación que había tenido lugar. Astavakra no comprendió por qué habrían de estar tan preocupados por la declaración del rey, si es que tenían dominio de las enseñanzas y habían realizado su verdad. Les habló así: "Con gusto resolveré el problema del rey". Diciéndolo, se dirigió a la corte del reyJanaka.
Astavakra le habló así al rey: "Amado rey, estoy dispuesto a enseñarte el conocimiento del atma. Pero este conocimiento sagrado no es fácil de enseñar. El palacio está lleno de rajas y tamas. Debemos salir de aquí y entrar en un lugar sátvico". Entonces, dejaron palacio y cabalgaron por el camino en dirección al bosque. Como era costumbre, cada vez que el rey se alejaba más allá de los muros de palacio, lo debía seguir de cerca su ejército. Mas, cuando llegaron cerca del bosque, Janaka pidió a sus soldados que permaneciesen fuera del bosque y no lo siguieran.
Astavakra y Janaka se internaron en el bosque. Aquél le había advertido al rey "No te enseñaré el conocimiento del atma, a menos que aceptes mis condiciones. Puede ser que yo sea sólo un joven, pero ya que voy a enseñarte, ocupo la posición del maestro. Tú eres un poderoso emperador, pero puesto que vas a aprender de mí, ocupas la posición de discípulo. ¿Estás dispuesto a aceptar esta relación? Si estás de acuerdo, deberás ofrecerle el tradicional obsequio al instructor, que normalmente le entrega el discípulo al gurú. Una vez que me hayas dado tu ofrenda, comenzaré a instruirte."
El reyJanaka le respondió así aAstavakra: "Alcanzar a Dios es lo más importante para mí, así que estoy dispuesto a entregarte absolutamente todo lo que me pidas. Puedes tener mi corona y el reino, si quieres". Astavakra replicó: "No deseo nada material de ti. Sólo deseo tu mente. Me tienes que entregar tu mente". El rey asintió: "Muy bien, te ofrezco mi mente. Hasta ahora pensé que se trataba de mí mente, pero de ahora en adelante será sólo tuya".
Janaka alcanzó la auto realización
Astavakra le pidió a Janaka apearse del caballo y amarrarlo a un lado; luego le pidió que se sentara en medio del camino. Astavakra caminó bosque adentro un poco y se sentó plácidamente bajo un árbol. Afuera del bosque, los soldados esperaron largo tiempo. No aparecían ni el rey ni Astavakra aunque ya había transcurrido el tiempo en que éste comía normalmente. Tanto oficiales como soldados, quienes amaban fielmente al rey, se pusieron ansiosos por descubrir lo que ocurría. Uno a uno, a hurtadillas se internaron en el bosque para indagar sobre Janaka y el chico que con él se encontraba, sospechosos de que pudiese tratarse de una jugarreta.
A medida que caminaron hacia el bosque, se alegraron de descubrir al rey sentado en medio del camino, con su caballo a un lado. El rey tenía los ojos cerrados y estaba sentado sin hacer movimiento alguno. No se veía aAstavakra por ahí. Los oficiales le hablaron al rey, pero éste no respondió. Temieron que Astavakra hubiese encantado al rey haciéndolo perder su conciencia. Entonces fueron a buscar al primer ministro.
Cuando llegó el primer ministro se dirigió a Janaka así: "¡Rey, oh rey!" Pero éste no abrió los ojos, ni se movió en absoluto. El primer ministro se asustó, y los demás oficiales de palacio que habían acudido también quedaron consternados. El rey siempre se había apegado rigurosamente a un horario. Tomaba su almuerzo a la misma hora todos los días. Ya se le había pasado la hora y el rey seguía sin moverse. Así transcurrió el día hasta caer la noche, pero el rey no cambió de posición, y se quedó ahí sentado en el suelo.
Sin otra opción, el primer ministro envió la carroza a la ciudad para mandar traer a las reinas, pensando que si ellas le hablasen, él respondería. Acudieron las reinas y llamaron al rey: ¡Maharajah, Maharajah!" El rey no chistó ni emitió señal alguna. Entretanto, los soldados mandaron buscar a Astavakra por todo el bosque. Finalmente lo hallaron bajo un árbol, ensimismado en divino trance.
Los soldados le hablaron y lo exhortaron a responder sus preguntas. Astavakra llegó transportado en estado de beatitud. Le rogaron acercarse a donde estaba el rey. Astavakra les preguntó: "¿Por qué están tan preocupados? El rey está a salvo y todo está bien". Mas ellos insistieron en llevar aAstavakra hasta el rey, quien estaba sentado en medio del camino. El rey tenía los ojos cerrados, y su cuerpo estaba completamente inmóvil. Los soldados los instaron así: "¡Vean por ustedes mismos lo que le ocurrió al rey!" Ya se tratase del primer ministro, otros oficiales, las reinas, algún cortesano, soldado o gente común que lo llamase, el rey no abrió la boca para contestar ni los ojos para reconocer a nadie. Ahora eraAstavakra quien le habló al rey. De inmediato, éste abrió los ojos y exclamó: "¡Mi amo!"
Astavakra lo cuestionó: "Han venido los ministros, los soldados y mucha gente más. ¿Por qué no respondiste a su llamado?" Janaka replicó: "Los pensamientos, las palabras y las acciones están asociadas con la mente y yo te entregué mi mente por completo. Por ello, antes de usar la mente en lo que fuere, requiero de tu permiso. ¿Qué autoridad tengo yo para dirigirle la palabra a alguien o emplear la mente en alguna cosa? Sin tu permiso u orden, no haré nada". Astavakra invitó a Janaka a poner el pie en el estribo y subirse al caballo. No bien se hubo montado o había colocado el otro pie en el estribo, tuvo la experiencia del atora. Entonces Astavakra le informó: "Has obtenido el estado de realización divina".
Es preciso entregar la mente para obtener el auto conocimiento
Una vez que la persona ofrece su mente y, con ella sus palabras, sus acciones y sus pensamientos, no le será permitido proceder sin autorización de aquel a quien le entregó su mente. Igual que el caso deAstavakra yJanaka fue el de Krishna yArjuna. Krishna instó a aquél: "Arjuna, ofréceme tu todo. Entrégame todas tus acciones. Yo te cuidaré y te guiaré hacia tu liberación". De igual manera, ustedes deben de ofrecer sus deberes físicos, mentales, espirituales y mundanos, todas sus acciones, palabras y pensamientos al Señor, que es el coreógrafo interno que mora en su corazón.
Tal vez se pregunten, si ceden cada uno de sus deberes y deseos y los ofrecen al Señor, ¿significa que también el deseo de liberarse tiene que ser entregado? Después de todo, también ese es un pensamiento.
No; significa que una vez que le ofrecen al Señor sus deseos y responsabilidades, y le permiten tomar todas sus decisiones, Él llevará todas sus cargas. De ese modo, podrán dirigir su atención hacia la sola meta valedera de su vida: la auto realización.
La educación que adquieren y el aprendizaje que tanto procuran, está asociado a los tres principios de la ilusión. Cuando transciendan estas tres cualidades podrán obtener la auto realización. Cuando se celebra un matrimonio, se le da la bendición a la pareja para que tengan una carrera exitosa, abundancia material y una hermosa familia. Son las tres metas fundamentales de un humano. La primera se relaciona a los deberes, responsabilidades y posición; la segunda tiene que ver con la acumulación de riqueza, y la tercera responde al deseo de tener familia y continuar la línea de la vida. Todo lo anterior se relaciona a la vida mundana. Mas, existe una cuarta meta en la vida humana. La meta ulterior y más importante es la liberación. Ésta se refiere a la vida espiritual. Las tres primeras no se pueden comparar a la cuarta, que es la liberación. Ofrezcan los primeros tres tipos de acciones. Entréguenselas al Señor, y obtengan a cambio el tesoro invaluable que Él les dará: la liberación. Vean el siguiente ejemplo.
En la moneda india, la denominación más pequeña es la paisa, que es una monedita de metal. Cien paisas equivalen a una rupia. Inversamente, cien rupias son diez mil paisas. Si tuviesen que cargan diez mil paisas con ustedes, sería un lastre muy pesado, y resultaría muy difícil esconder y proteger tantas monedas. Si guardaran las diez mil paisas envueltas en un paño, éste pronto se rasgaría bajo el peso y las monedas se desperdigarían.
Krishna le dijo aArjuna: "Te daré un billete de cien rupias y tú me entregas el montón de cambio que andas cargando, equivalente a diez mil paisas. Las cien rupias y los diez mil paisas son equivalentes en valor, pero la gran diferencia es el peso que van a cargar. Es lo mismo que ocurre con los deberes y preocupaciones de diverso tipo que los abruman. Ofrézcanme los diez mil a mí y yo les entregaré el billete de cien mil rupias para liberarlos de la carga".
Sus pensamientos, deseos y antojos son pequeños deseos comparables a los paisas. Cuando cargan demasiados paisas, no equivalen a un billete de una rupia. Krishna le advirtió aArjuna: "La cantidad de sus pequeños deseos jamás igualarán la gracia que yo puedo derramar en ti. Mejor entrégamelos". Fue así como el rey Janaka pudo alcanzar la liberación al entregar su mente, su pensamiento y sus acciones a Astavakra.
Ofrézcanle su mente al Señor
La conclusión y esencia de todo esto es que deben de ofrecer su mente al Señor. En todo lo que hagan y piensen, sigan su instrucción desde el fondo de su corazón. Eso es lo que significa volverse sin-mente. No permitan que su mente persiga deseos. Ofrézcanle sus deseos al Señor y sigan sus dictados. Mientras no lo hagan, el placer y el dolor, la felicidad y el pesar, y todos los pares de opuestos estarán presentes en ustedes. Si desean quedar libres de opuestos y poder enfrentar todo por igual, deben perder su mente. Por eso el Vedanta afirma que de la mente depende la liberación o la atadura. Mientras permanezcan con mente, los seguirán persiguiendo rajas y tamas. Y mientras en ustedes haya rajas y tamas, no podrán ser estables. ¿Por qué la mente es tan desasosegada, saltando siempre de un lugar a otro? Debido a los deseos. Todos los deseos existen en función del cuerpo.
Supongan por un momento que pusieron agua en un recipiente; cuando éste se mueve, el agua también se menea. Si el recipiente está estable, el agua permanece estable. En el agua quieta, ustedes pueden ver su reflejada su propia imagen. En agua en movimiento, su imagen se disipa y se hace borrosa. Se deduce que, si desean ingresar en un estado sosegado de meditación, y obtener la visión de suyo real, deben de mantener el cuerpo quieto. El cuerpo es como un recipiente; se parece al movimiento del recipiente; hace que la mente se agite. Por ello, si desean mantener la mente estable, tienen que mantener el cuerpo sosegado. Si el cuerpo se mueve tanto, imagínense cuánto más se agita la mente.
Si arrojan una piedra en un pozo, se harán ondas. Las ondas causadas por el golpe de la piedra en el agua se esparcirán hasta el tope del pozo. Del mismo modo, cuando entra un pensamiento en su mente, se extiende por todo su cuerpo. Sean cuales fueren sus pensamientos, éstos influirán sobre sus acciones. Por eso, mantengan pensamientos buenos y positivos en su mente. Si tienen buenos pensamientos, sus sentimientos serán buenos. Pero si pensamientos negativos entran en su mente, entonces en todo lo que sean, escuchen o digan, y a dondequiera que vayan, dichos pensamientos los llevarán a acciones nocivas y agraviantes.
Aquieten la mente y el cuerpo
Cuando se sienten, mantengan la espalda recta, no doblada como la de un anciano. Deben de permanecer derechos y firmes. No se vayan tampoco al extremo de levantar la cabeza; tampoco deberán dejar caer la cabeza de lado. En meditación, es importante mantener una postura erecta. Imaginen que una línea baja verticalmente desde la coronilla hasta la base de la columna, que es el centro de su energía vital. De ese modo, la columna está perfectamente alienada. La energía kundalini podrá entonces remontarse libremente desde el sacro hasta la coronilla.
Mantengan, por tanto, el cuerpo derecho y firme. Si lo encorvan desde jóvenes, cuando sean viejos, estarán completamente chuecos. Nada debe de estar chueco, ni la cabeza, ni el cuello ni el torso. Es importante que los estudiantes lo entiendan, y también los devotos. Por ello, se los estaré recordando seguido.
¿Para qué estudian? ¿Qué propósito persiguen con sus estudios? En verdad, estudian para mantener su mente y su cuerpo estables. Excepto cuando están jugando, no deberían de moverse demasiado. Incluso cuando hablan o cantan, deberían de permanecer quietos. De este modo, si logran mantener el cuerpo bajo control desde niños, les será muy útil después para lograr el estado de meditación. Krishna instruyó así aArjuna en el Gita, para transformarlo en un representante ideal de la humanidad y un ser ejemplar para la posteridad. Krishna le dijo así: "Arjuna, te estoy erigiendo en mi instrumento para que la humanidad pueda aprender mediante tu ejemplo".
Arjuna se volvió una persona idónea. Dado que su mente era voluble debido a rajas y tamas, Krishna lo instó a deshacerse sistemáticamente de ambas cualidades y ofrecerlas al Señor. Al final, también tendría que renunciar a la tercera cualidad que lo controlaba: satva. En el segundo capítulo del Gita, sobre las enseñanzas de la sabiduría, Krishna explicó varias maneras de conquistar los tres principios mencionados. Una vez que los hayan expulsado totalmente de su mente -explicó- se volverán sabios, entendidos, seres de la más alta sabiduría.
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