Para que el alimento sepa bien, necesitan agregarle sal. Pero sólo cuando se ponen un poco sobre la lengua llegan a saber si tiene sal suficiente o no. Así también sólo cuando se han movido por el mundo y han participado en sus actividades ateniéndose a un código moral, descubrirán que no tiene buen sabor sin la sal del jnana (sabiduría); si lo tomaran con una pizca de esta sal – el conocimiento de que no son el cuerpo sino su Residente, que no son sino el testigo del siempre cambiante panorama de la Naturaleza – entonces se sentirán felices y apacibles.
- Divine Discourse, Apr 19, 1965. |
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